El Madrid busca controlar a las estrellas del futuro


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El conjunto ‘merengue’ tiene en su agenda un listado con los mejores proyectos de ‘crack’ del momento, nombres como Muniain, Rafinha, Hazard, Wilshere y Gí¶tze.


Aunque el Real Madrid tiene una edad media muy baja en su plantilla, los técnicos merengues no quieren dormirse en los laureles en ese sentido y trabajan decididamente en controlar a todo aquel jugador joven que despunte y tenga posibilidades de llegar a ser una figura mundial en los próximos años. Así­, la agenda de futuros cracks del club merengue está que arde, según informa el diario Marca dando un listado de varios nombres, todo ellos en edad sub-20.

La idea que se maneja en las oficinas de Chamartí­n es fichar a las estrellas del futuro cuando todaví­a son muy jóvenes, antes que hacerlo cuando ya han alcanzado el cénit de su carrera, aunque para ello tengan que realizar una apuesta arriesgada. Más o menos, era lo que Florentino Pérez intentaba con el fichaje de Neymar, aunque finalmente el brasileño ha renovado por el Santos tirando por los suelos el plan del presidente blanco.

Pero el mundo no se acaba en el brasileño y hay muchos otros futbolistas que tienen buena pinta, algunos incluso jugando dentro de las fronteras españolas. Es el caso, por ejemplo, de Iker Munain, el mejor producto surgido de la cantera del Athletic desde Julen Guerrero. O también de Rafinha, el hermano menor de Thiago Alcántara que viene pisando fuerte en las categorí­as inferiores del Barcelona.

En el extranjero, uno de los nombres que más fuerte está sonando es el de Eden Hazard, mediapunta del Lille a quien, por cierto, hace algún tiempo que recomendó Zinedine Zidane. También Mario Gí¶tze, internacional alemán del Borussia Dortmund, está siendo seguido por los servicios técnicos del Real Madrid, al igual que Jack Wilshere, quien está llamado a ser el sustituto de Cesc Fábregas en el Arsenal.

NEYMAR

Ahora que el delantero brasileño ha renovado por el Santos, y con la cabeza frí­a, es el momento de preguntarse si era realmente indispensable hacerle un espacio.

Es habitual que Barí§a y Madrid (o Milan e Inter en Italia, o Manchester y Liverpool en Inglaterra) traten de torpedearse fichajes el uno al otro o, cuanto menos, meter las narices en las negociaciones ajenas para incrementar el precio de las operaciones. Sin embargo, hay veces que esas triquiñuelas pasan a mayores y se convierten en verdaderas guerras, en disputas encarnizadas.

En ocasiones ridí­culas, pues basta con recordar casos como los de Carlos Secretario o Christian Karembeu, que protagonizaron auténticos ‘culebrones’ para, a la postre, dar un pobre rendimiento. En otros momentos, eso sí­, la pelea ha estado plenamente justificada, tomemos como ejemplo el caso más famoso de la historia, el de Alfredo Di Stéfano. El último punto de fricción, como todo el mundo sabe a estas alturas, se llama Neymar.

Durante todo el verano, Barí§a y Madrid han mantenido un tira y afloja con el Santos por el nuevo crackbrasileño. Los blancos le querí­an de inmediato, los culés con vistas al curso que viene; Florentino Pérez empleó todas sus artes negociadoras para alcanzar su objetivo, Sandro Rosell utilizó la influencia que tiene sobre el mercado brasileño desde sus tiempos como alto directivo de Nike…

El asunto prácticamente se convirtió en una cuestión de orgullo, en una exhibición de poderí­o cuando, contra todo pronóstico, el presidente santista, Luis ílvaro de Oliveira Ribeiro anunció la renovación de contrato de su figura. Ni Barcelona, ni Real Madrid, Neymar pertenecerá al Santos hasta 2014. Después de la tormenta, llegó la calma, todo se queda como estaba. Y es el momento de reflexionar: ¿Les hací­a falta Neymar?

Estamos hablando de un jugador de 45 millones de euros (ahora más) que es una megaestrella en Brasil, luego en su mente no entraba la idea de llegar a un nuevo club, por potente que fuera, y recoger los petos después de los entrenamientos. Ni, por descontado, esperar su oportunidad en el banquillo. Y estamos hablando también de dos clubes en los que juegan Cristiano Ronaldo y Messi… El problema de los egos era intrí­nseco al fichaje de Neymar.

Por otro lado, tanto el Barcelona como el Real Madrid tienen entrenadores con personalidad, que han fabricado a sus equipos a su gusto, moldeándolos cuidadosamente y dándoles su toque personal, cosa que no iban a cambiar por Neymar. De hecho, mientras sus presidentes bebí­an los vientos por el delantero brasileño, a Pep y Mou nunca pareció hacerles excesiva gracia su llegada. Quizá, sin quererlo, el Santos les haya resuelto un problema renovando a Neymar…