El macartismo (1950-1956), uno de los momentos más paranoicos e injustos en la historia estadounidense, fue un período inquisitorial durante el cual muchos ciudadanos inocentes sufrieron persecución por la simple sospecha de ser comunistas. Su principal protagonista fue el senador Joseph McCarthy.
Los orígenes del macartismo se remontan a 1938, cuando fue creado en el Comité de Actividades Antiamericanas para impedir la penetración nazi en Estados Unidos. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el senador Ranking consiguió reactivarlo y fue convertido en una Comisión permanente de la Cámara de Representantes. La Guerra Fría dotaría a esta Comisión de un objetivo claro: la represión del comunismo en Estados Unidos.
Las tensiones de la Guerra Fría y la detonación de la primera bomba atómica soviética, en 1949, elevaron el anticomunismo a un estado de histeria. Toda persona considerada sospechosa era inscrita en una lista negra, privada de su puesto de trabajo o internada en un centro de detención.
Entre los acusados por McCarthy, cuyos métodos terminaron por desacreditarlo y provocaron su destitución en 1954, figuran el prestigioso general Marshall, Charles Chaplin, los esposos Julius y Ethel Rosenberg (acusados de pasar secretos atómicos a Rusia y ejecutados en la silla eléctrica), Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Gregory Peck, Katherine Hepburn, Kirk Douglas, Burt Lancaster y Gene Kelly.