“La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada” . Schopenhauer
La voz se le fue quebrando gradualmente, mientras los estudiantes de enfermería del hospital Roosevelt, trataban de asimilar la escena, compungidos algunos, sorprendidos otros.
Edna García Trejo parada frente a su audiencia daba su testimonio sobre el mal que padece hace ya muchos años, el lupus y que ha sabido sobrellevar pese al dolor, la angustia, y el olvido.
Edna llegó acompañada de Irma Albores, de la Asociación Artrilupus que reúne a pacientes de estas dos enfermedades, que bajo el auspicio del Sanatorio El Pilar, dan conocer todo lo relacionado con el lupus.
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune, crónica, caracterizada por inflamación y daño de tejidos mediado por el sistema inmunitario. Puede afectar cualquier parte del organismo. Los sitios más frecuentes son el aparato reproductor, las articulaciones, la piel, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el hígado y el sistema nervioso. El curso de la enfermedad es impredecible, con periodos de crisis alternados con remisión.
El mayor problema, después de la enfermedad, es el desconocimiento de la misma, sus medicamentos y tratamiento. Por lo que resultan altamente importantes estas jornadas de trabajo.
Para Elizabeth Zabalza, del grupo de enfermedades raras, la difusión, permitirá que el paciente sea mejor tratado, con diagnóstico más certero que le permita mejor calidad de vida.
El 10 de mayo se celebra el Día Mundial en contra de esta enfermedad. Por lo que el Hospital Roosevelt aprovechó la fecha para realizar una charla, al final de la cual, se formularon infinidad de preguntas, a quienes padecen esta enfermedad y que permitieron conocer más de cerca el lupus.
Guatemala carece de estrategias de información lo que nos provoca rezago en el diagnóstico, procedimientos, medicinas y equipos en el campo de la salud.
Un detalle que debe ser valorado altamente, es la decisión del director del Hospital Roosevelt, doctor Carlos Enrique Soto Menegazzo, de oxigenar los procesos educativos para el fortalecimiento de los futuros enfermeros y enfermeras de ese centro de medicina.
Es importante destacar que cuando el ingeniero Ignacio Barrio, en el Sanatorio El Pilar acuerpa estas jornadas lo hace a sabiendas que después de las mismas, más guatemaltecos tendrán mejores conocimientos sobre la salud en todos sus aspectos.
Ya en el final de su plática, Edna García Trejo recordó con ternura cuando abandonaba un hospital a donde había llegado tras una dolorosa recaída del lupus. “Que Dios la acompañe, señito, y que siga mejor”. Es la que sigue guardando en su corazón y en su recuerdo. La enfermera que la había tratado la despidió. Y dijo a su auditorio “nunca pierdan de vista estas actitudes, son a veces la mejor medicina para un paciente”.
“Y cuánta razón tiene”, expresó el doctor Víctor López, en el Sanatorio El Pilar.