El lila cuaresmal


Al influjo de la exuberante naturaleza cobra vida el impresionante color lila. Invade el entorno con esa tonalidad. Ligado tal fenómeno natural a estos dí­as propios para una señalada actitud penitencial. Coherente con las normativas de la Iglesia Católica que invita a participar con fe devoción y respeto los dí­as mencionados.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

En la ciudad capital y demás confines del paí­s reaccionan los habitantes de modo positivo ante tal expresión del reino vegetal. Un sentimiento de relativa tranquilidad y remanso espiritual, o tregua, que se desearí­a permanente, en medio de tanta violencia y permanente estado equivalente al derramamiento de sangre.

Sirve de anuncio virtual, parte sustantiva del calendario y la agenda imaginaria personal. En el sentido que las conmemoraciones de la Pasión de Cristo están ya en la frontera. La mano del tiempo es algo infaltable y certera, desde el transcurrir histórico realiza a plenitud un compromiso de carácter ineludible y exacto.

El lila en mención, saturante, emana con fluidez total florescencia de las jacarandas reminiscentes, de los matilisguates frondosos y otras especies epocales, en consonancia. Semeja este colectivo vegetal una bella canción de amor, capaz de sobrellevar mucho mejor el curso de la existencia al final de cuentas efí­mera.

Es otro ambiente para deleite de los humanos, así­ sean de edades diversas, en lineamientos beneficiosos. Aunque ignoremos el significado del pentagrama, lenguaje universal, existe cierta percepción multánime, resultante directo del eterno concierto o coral, que una mano prodigiosa lleva a feliz término desde el escenario vital.

Maravilla reiterada año tras año sin falta. Vemos absortos la exactitud que Cronos cumple al pie de la letra, imbuido de coadyuvar por entero con el milagro patente de la creación representa el auténtico mentí­s para los incrédulos por una absurda tenacidad, o acaso bajo moldes ideológicos trasnochados en verdad.

La población mayoritaria bate palmas frente semejante regalo en forma usual y material. Pero también ante la respuesta de sus interioridades, de suyo sensible a esta í­ndole fuera de serie. Es verdadero satisfactor de necesidades sentidas en potencia avasallante por la máquina imponderables y asombrosa del espí­ritu.

Cumplen los ponderados tonos lilas un rol adicionante en el tiempo cuaresmal. Constituyen importante e impactante objeto consistente en generar gratas evocaciones a la luz de los años. Para la juventud es retrotraer la inolvidable infancia; para los adultos significa reandar pasos gratos inscritos en la lejana juventud.

En suma bajo la influencia del desfile de jacarandas, a veces genuinas alamedas desde el véspero al ocaso, los connacionales a la expectativa muy emocionados esperan fervorosos las conmemoraciones de Semana Santa. Encuentran múltiples motivos garantes de ese estado de ánimo estimulados en su mayorí­a.

Con no oculto gesto de admiración la vista rayana en justa contemplación también, a modo de ejemplar jardí­n sobre la superficie, presencian las alfombras al pie de estos árboles esplendentes. El espectáculo sensacional rebasa los lí­mites de la cotidianidad, el conformar excepcionales imágenes.

Además, el lila de las bellas jacarandas es un valioso regalo poblado regocijante de situaciones equivalentes a un bálsamo para el alma. Tan exquisita flor de un lila único, también manos devotas satisfacen la arraigada tradición y arte de utilizarlo en la elaboración de vistosas alfombras al paso de las procesiones.