El lento suicidio con el cigarro inicia en los grupos de jóvenes


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Estudios independientes revelan que, en Guatemala, tres de cada diez jóvenes fuman, lo que supone un aproximado de un millón 260 mil consumidores de tabaco, de mediana edad, quienes en un 80 por ciento obtienen cigarros de tiendas en las que no se supervisa la prohibición de la venta a menores, de acuerdo con la organización Una Voz contra el Cáncer.

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ÉDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt

Las campañas de sensibilización e información, e incluso las jornadas mundiales de prevención contra la adicción parecen tener un impacto limitado para reducir la demanda de un producto tan adictivo como popular, y con efectos extremadamente dañinos para los consumidores.

La celebración del Día Mundial sin Tabaco se verá opacada por el humo de los cigarros que sostienen miles de fumadores jóvenes, como Alejandro Melgar, de 17 años, quien no duda en confesar su adicción –justo cuando da el “golpe” a un mentolado– en medio de una entrevista, en una calle de la Capital guatemalteca.

Y es que para muchos jóvenes, fumar ya no solo es un hábito cotidiano sino también una forma de socializar y una práctica común para relajarse, explica Alejandro, quien procura esquivar las preguntas que se le formulan sobre los efectos nocivos del tabaco, aunque finalmente concluye “que puede ser peligroso”.

Pero a diferencia de lo que creen muchos, como el joven estudiante de bachillerato y asiduo fumador, diversos estudios e investigaciones ya comprobaron categóricamente que el consumo de tabaco es una de las principales causas del cáncer y no precisamente un “posible” factor de riesgo.

Aunque inicialmente el hábito era común entre los mayores o un gusto ocasional, en la actualidad en Guatemala cada vez más jóvenes encienden sus cigarros e inhalan constantemente el humo cargado de agentes contaminantes, como una especie de ritual que forma parte de su rutina diaria.

Los adictos a este producto, de continuar la tendencia, difícilmente podrán dejar el hábito de fumar, pues según la Asociación contra el Cáncer, se estima que entre el 80 y el 90 por ciento de los fumadores comienza con la práctica antes de los 18 años y pocos se pueden detener.

Los estudios de tal entidad, también apuntan a que fuman dos de cada diez hombres y una de cada diez mujeres, lo cual supone un aumento gradual de consumo en comparación con años anteriores.

El panorama parece preocupante para las autoridades, pues se trata de un problema de salud que aumenta en intensidad y augura un futuro complicado para una sociedad con altos índices de enfermedades cardiacas, pulmonares y cerebrales.

CONDENA A MUERTE

Eduardo Palacios, del  Programa Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas no Transmisibles y Cáncer, del Ministerio de Salud Pública, indica que el tabaco mata a la mitad de sus consumidores habituales, ya sea por enfermedades cardiovasculares –como la hipertensión arterial, infarto o derrame cerebral–, por cáncer –pulmonar, de tráquea, boca, lengua, laringe, faringe, nariz o esófago– o por enfermedad pulmonar obstructiva crónica –bronquitis, enfisema o asma–.

De acuerdo con las previsiones oficiales, la mitad de los fumadores de largo plazo –quienes tienen el hábito desde jóvenes– morirán por culpa del tabaco, y de estos, el 50 por ciento fallecerá a una edad intermedia, pues la adicción les robará entre 20 y 25 años de vida, asegura Palacios.

El experto indica que en Guatemala existen más de 900 mil enfermos de hipertensión arterial a causa del consumo de tabaco, mientras que el “infarto del corazón” es la segunda causa de muerte y el “derrame cerebral” es la cuarta.

Palacios advierte que en Guatemala el cáncer de pulmón y de laringe ocupan el quinto lugar de cáncer más frecuente, y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica asfixia a un gran número de adultos mayores; esto solo para mencionar algunas de las enfermedades más frecuentes a causa de fumar tabaco.

El representante de Salud explica que existen cuatro factores de riesgo modificables que influyen en las enfermedades antes mencionadas: El principal es el tabaco, una dieta no saludable, el abuso en ingerir bebidas alcohólicas y la inactividad física.

Flavio Ricardo Pinto, quien es sobreviviente de cáncer de colon, recuerda que empezó a fumar a partir de los 15 años, cuando aún se encontraba en el colegio, donde esa práctica era parte de “la pertinencia a un grupo y a un estatus social”.

Recuerda que sus padres fumaban y “entonces para mí el fumar no era nada nuevo”. El proceso de adicción inició a los 15 años, cuando varios compañeros ya fumaban y por imitación, se empezó a enrolar con el vicio. “Además, nací en una época donde en las películas los artistas fumaban, y como parte de esas imitaciones casi todos fumábamos”.

A Pinto el cáncer de colon le  fue detectado a los 65 años de edad. Al principio notó que su sistema digestivo no estaba trabajando bien, a pesar de que nunca tuvo dolor que le pudiera dar un indicio de tener un mal como el cáncer; el primer diagnóstico que recibió no fue tan certero, pues le indicaron que padecía de hemorroides, pero luego de varios análisis lograron determinar que tenía cáncer de colon.

Hasta ahora cuenta cinco cirugías, con las cuales ha llegado a erradicar en su totalidad el cáncer que sufría, pero señala que el proceso ha sido difícil y doloroso. Pinto, ahora, cree que su padecimiento tuvo relación con su histórico consumo de tabaco.

Y es que ser fumador o beber alcohol son dos factores que pueden determinar una aparición más temprana del cáncer de colon, según científicos de la Universidad de Northwestern, quienes  descubrieron esta relación en una muestra de más de 160 mil personas.

REACCIÓN

Según Ana Garcés, de la asociación Una Voz contra el Cáncer, es necesario que la población se eduque respecto al tema y que el Congreso de la República apruebe las leyes contenidas en el Convenio Marco para el Control del Tabaco, a fin de promover una cultura de prevención de la adicción.

La experta señala que, entre otras medidas, es necesario insertar pictogramas en las cajetillas de cigarros, para demostrar el daño que hace el consumo de tabaco, y aumentar los impuestos al tabaco, como una forma para incrementar los precios y desmotivar el consumo.

Una de las recomendaciones que hace Garcés es que se refuercen las leyes existentes aprobadas en el país, y además considera que es muy importante también hacer cumplir el  Decreto Legislativo 74-2008, “Ley de Creación de los Ambientes Libres de Humo de Tabaco”, aprobada en 2008.

El aumentar los impuestos según lo descrito por el Convenio Marco para el Control del Tabaco, que constituya un 70% del precio de venta, lograría que muchos fumadores actuales lo dejen.

La prevención de tabaquismo en los más jóvenes conduciría a reducciones grandes en muerte y discapacidad de adultos en el futuro, puntualizó la experta.

JÓVENES
VISIÓN DISTORSIONADA

La prevalencia del consumo de tabaco en adolescentes fue determinada en la Encuesta Mundial, realizada en Guatemala en estudiantes de 11 a 16 años, en el año 2008.

El estudio reveló que el 33 por ciento de estudiantes ha probado un cigarrillo alguna vez, y quienes fuman más son los hombres y en menor cantidad las mujeres.

Según una encuesta realizada por la asociación Una Voz contra el Cáncer, el 27.6 por ciento de los jóvenes opina que los hombres que fuman tienen más amigas y el 16.6 por ciento, considera que las mujeres que fuman tienen más amigos.

Además señala que el 14.2 por ciento opina que los hombres que fuman son más atractivos y 11.2 por ciento cree que las mujeres que fuman se ven más atractivas.

Además revela que el 14.8 por ciento de jóvenes que nunca había fumado reportan que probablemente iniciarían a fumar en el próximo año. Asimismo revela que el 11.7 por ciento de los fumadores usualmente lo hacen en casa, el 51.7 por ciento compran cigarrillos en una tienda, y el 80.9 por ciento de los que compraron cigarrillos en una tienda no fueron rechazados por su edad.

OMS
Contra la industria

En el Día Mundial Sin Tabaco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado a los dirigentes nacionales para que ejerzan una vigilancia especial contra los ataques cada vez más agresivos de la industria dirigidos a socavar las políticas implantadas para proteger a las personas de los daños causados por el tabaco.

Cada año el consumo de tabaco mata a unos seis millones de personas y es una de las causas más importantes de enfermedad y muerte evitables en el mundo.

“En los últimos años, las empresas tabacaleras multinacionales han emprendido, sin el menor rubor, una serie de acciones legales contra gobiernos que han estado a la vanguardia de la guerra contra el tabaco. La industria está dejando el abrigo de las sombras para mostrarse en los tribunales”, dijo la directora general de la OMS, Margaret Chan. “Tenemos que respaldar a estos gobiernos, que han tenido el valor de cumplir con el deber de proteger a sus ciudadanos”, puntualizó.

La industria tabacalera se afana por socavar el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, recurriendo incluso a las demandas legales contra los gobiernos. En efecto, en estos momentos los gobiernos de Australia, Noruega y Uruguay se enfrentan con sendas demandas legales interpuestas por la industria tabacalera en los tribunales nacionales respectivos.

Se intentó conocer la postura de las tabacaleras en Guatemala o las instancias que las agrupan, pero no fue posible localizarlas, pese a los insistentes esfuerzos de La Hora.

“Nací en una época donde en las películas los artistas fumaban, y como parte de esas imitaciones casi todos fumábamos”.
Flavio Ricardo Pinto
Sobreviviente de cáncer