El legado inédito de Gabriela Mistral regresa a Chile


Momento de la presentación del material de Gabriela Mistral que retornó a Chile.

Casi 300 poemas inéditos, cientos de fotografí­as y varias decenas de objetos í­ntimos de la poetisa chilena y Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, que permanecieron ocultos por 50 años en Estados Unidos, regresaron ayer a Chile, para dar inicio a una completa revisión de su obra.


En total son 168 cajas, repletas de poemas inéditos, manuscritos históricos, cartas, fotografí­as y objetos personales, como banderines de todos los paí­ses que visitó y un mate, que fueron recepcionados por las autoridades chilenas, en una solemne ceremonia en la Biblioteca Nacional de Santiago.

En un salón especial de ese recinto permanecerá toda la obra manuscrita de la poetisa, incluyendo los cerca de 300 poemas inéditos que fueron encontrados a mediados de año en la vivienda que compartió con su amiga í­ntima y asistente Doris Dana, en Long Island, Estados Unidos.

El resto de objetos, como libros, obras pictóricas, registros sonoros y fí­lmicos y piezas de uso cotidiano, integrarán las colecciones del Museo Gabriela Mistral de la localidad de Vicuña, a 460 km al norte de Santiago, de donde era oriunda la artista.

Las piezas habí­an permanecido guardadas en Estados Unidos hasta ahora con extremo celo por Doris Dana, albacea de los bienes de Mistral, que en cinco décadas se negó a revelar el contenido de su trascendente herencia.

Sólo después de su muerte en 2006, su sobrina y heredera, Doris Atkinson, se abrió a la posibilidad de regresar a Chile los objetos pertenecientes a Mistral, revelando un sorprendente legado, que según expertos, permitirá revalorar í­ntegramente la obra de la primera y única mujer en recibir un Nobel de Literatura en América Latina (1945).

«Tal vez era necesaria esta larga espera para estar preparados para recibir nuevamente a Gabriela y ahora estar disponible para conocerla y valorarla en toda su complejidad y diversidad», dijo en la ceremonia Nivia Palma, Directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.

En mayo de este año las cajas iniciaron un largo proceso hasta su llegada a Santiago, cuando Doris Atkinson firmó un acuerdo con las autoridades chilenas para traspasar los objetos, que luego de tres meses, fueron entregadas oficialmente en la embajada de Chile en Washington.

Pero hasta último momento la heredera de la poetisa chilena entregó objetos a las autoridades chilenas, según contó a la AFP el experto en su obra Pedro Pablo Zegers, quien catalogó previamente el legado en Estados Unidos.

«Lo que está aquí­ es el más grande legado de la Mistral que se haya tenido nunca, porque no sólo combina la parte de su creación, sino que está su vida personal», señaló.

«Este legado nos permitirá tener una dimensión mucho más completa de su obra y nos va a permitir tener de ella una mirada mucho más potente», agregó.

En la parte literaria, el legado contiene cerca de 300 poemas inéditos, escritos por la poetisa desde que se fue de Chile en 1922, hasta poco antes de su muerte, en 1957.

Entre los poemas inéditos destacan ’Rayo’, ’Enfermo’, ’Casandra’ y ’Ganas tengo de hablar’, donde Mistral expresa el amor de una madre hacia su hijo, que parecen referirse a su sobrino ’Yin Yin’, de quien se dice serí­a en realidad su verdadero hijo.

También hay trabajos como recopiladora de antologí­as y traductora de textos, junto a manuscritos sobre feminismo y en favor de la paz.

Con la llegada de su legado a Santiago se rompe también el mito de que la poetisa no amaba a su paí­s, en visión de Nivia Palma.

«Se rompe un mito: Gabriela amó profundamente a Chile hasta el último minuto, guardó todos los objetos que le regalaron por muy pequeños que fueran», señaló.

Su distante relación con Chile marcó la vida de la poetisa, que recibió el Premio Nacional de Literatura seis años después que obtuvo el Nobel.

Lucila Godoy Alcayaga, el verdadero nombre de Mistral, murió el 10 de enero de 1957 en Nueva York, a los 68 años.

«Tal vez era necesaria esta larga espera para estar preparados para recibir nuevamente a Gabriela y ahora estar disponible para conocerla y valorarla en toda su complejidad y diversidad.»

Nivia Palma

Directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos