“El legado escrito de los mayas” de Mercedes de la Garza


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El Fondo de Cultura Económica presentó recientemente en Guatemala el libro “El legado escrito de los mayas” de la académica mexicana Mercedes de la Garza. La publicación forma parte de la conocida colección Breviarios.

POR MARIO CORDERO ÁVILA
mcordero@lahora.com.gt

De la Garza es una historiadora mexicana que ha dedicado la mayor parte de sus estudios a los mayas. “El legado escrito de los mayas” es una condensación sobre sus aportes acerca de la literatura maya colonial y busca ofrecer un panorama sobre este fenómeno literario.

A pesar de que el libro es breve y debe ser considerado como una visión panorámica, cabe resaltar que este tipo de condensaciones del conocimiento son tan difíciles como las mismas publicaciones extensas. Es decir, que de la misma forma que es difícil explicar a profundidad un fenómeno, es difícil ofrecer una versión breve, pero certera, de él.

El libro parte como premisa que la escritura maya prehispánica aún tiene algunas dificultades para ser descifrada, a pesar del enorme avance que ha tenido en los últimos años. Según la autora, no más de 500 signos de escritura maya se han conocido, de los cuales se han identificado unos 300. Por ello, es que De la Garza busca los indicios de la literatura maya en la época colonial, cuando los escribas mayas conocieron el alfabeto latino y transcribieron sus tradiciones orales y pictóricas en libros.

Uno de los problemas que señala la autora es que en la literatura maya colonial ya existen algunas contaminaciones occidentales y cristianas. Sin embargo, sí se pueden analizar e ir separando algunos rasgos propios de la cultura prehispánica.

La visión que muestra De la Garza en este libro es que los mayas han demostrado, desde antes de la Conquista y también después de ella, que han tenido vocación de escribir. La sistematización escrita que hicieron en época prehispánica demuestra que se enfocaron en llevar el registro del acontecer de los fenómenos astronómicos y ambientales, en lo que el etnógrafo y arqueólogo británico Eric Thompson (1898-1975) denominó como la Filosofía del Tiempo de los Mayas.

De allí la autora explica que la tradición de la escritura maya no se inicia en la Colonia, sino que desde su cultura se fundamentaba en ello; de tal forma, llegaron a construir el sistema escrito más complejo de la América de la preconquista. Para los mayas, los códices pictográficos eran mucho más que simples registros, sino que también tenían un carácter sagrado.

Es por ello que la cultura maya (y todas las precolombinas en general) entraron en crisis cuando los conquistadores, colonizadores y misioneros europeos destruyeron los códices, centrándose en creencias cristianas de que eran paganos. De la Garza, para referir esta crisis, cita al Chilam Balam: “No teníamos ya buenos sacerdotes que nos enseñaran… no teníamos sabiduría y al fin se perdió el valor y la vergüenza. Y todos fueron iguales”.

La literatura maya colonial se puede entender, según el libro, como un intento de preservar la tradición, que ante la destrucción de los códices, solo se mantenía oralmente. Por ello, algunos sacerdotes y escribas mayas aprovecharon el conocimiento del alfabeto latino, para continuar con la vocación de escribir. Obviamente, para que estos nuevos escritos no fueran nuevamente destruidos, les dieron formas aceptables para los ojos inquisidores de los españoles. De esa forma, mezclaron algunas tradiciones cristianas con los mitos mayas, como el de la creación del hombre.

A partir de esta explicación, De la Garza ofrece la parte más extensa del libro en clasificar los textos mayas coloniales, explicar sus propósitos, su contenido y señalar algunos aspectos formales, estilísticos y fonéticos de éstos.

La clasificación se basa en textos yucatecos, chontales, quichés, cakchiqueles, tzutuhiles, mames y polomchís, según el origen de la comunidad que los formó. Según el propósito con el que fueron escritos, se dividen en libros sagrados y en libros histórico-legales.

Buena parte de la obra se concentra en explicar los libros sagrados, debido a que éstos son mucho más ricos en cuanto a simbología y análisis. Éstos, según De la Garza, cumplieron funciones de mantener vivos los mitos mayas, que habitualmente se confunden con los hechos histórico-legendarios; asimismo, fueron utilizados para mantener la tradición profética, que no es más que mantener la observancia de la repitencia de los fenómenos naturales e intentar predecir algunos hechos. Además, mantener vivos los rituales y los conocimientos científicos.

Sin embargo, cabe resaltar que para los mayas, las ciencias, los mitos y las creencias formaban un todo, y no como la tradición occidental, que prefiere separar cada ciencia, y alejarlas, además, de las creencias.

Entre los libros mayas coloniales que estudia con mayor detalle en el libro están “El Popol Vuh”, “El Rabinal Achi” y “El Ritual de los Bacabes”, por su mayor contenido rico en simbolismos.

Al final, dedica algunas páginas a la visión maya de la Conquista, a través de las páginas de los libros coloniales.

De nuevo cabe resaltar que el contenido es muy claro y condensado, a pesar de la amplitud del tema que aborda De la Garza, por lo que este libro es recomendable tanto para académicos, que buscan una guía práctica, así como para escolares y público en general, porque el panorama se plantea de un modo ordenado y fácil de comprender.

SEMBLANZA
Mercedes de la Garza

Mercedes de la Garza (ciudad de México, 1939) es maestra y doctora en historia por la UNAM y miembro de la Sociedad Mexicana de Antropología. Ha sido directora y coordinadora del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas y directora del Museo Nacional de Antropología del INAH.

Ha sido galardonada con el Premio Universidad Nacional (1995), es investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores y miembro de la Academia Mexicana de la Historia desde 2005.

Entre su amplia obra destacan: El universo sagrado de la serpiente entre los mayas, Rostros sagrados del mundo maya y Los mayas, tres mil años de civilización.