El legado de Roberto “Piqui” Díaz


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Entre familiares, amigos, colegas y compañeros, compartimos con el gran Maestro Roberto “Piqui” Díaz Castillo, durante el homenaje que la Universidad de San Carlos de Guatemala, Usac, le dedicó en vida, el sábado 15 de los corrientes, justo 24 horas antes de su sensible fallecimiento. Probablemente ninguna persona de quienes estuvimos presentes en el acto nunca llegamos a pensar que esa amena y emotiva ocasión, sería el último encuentro y despedida; sin saberlo a Piqui le quedaban pocas horas de existencia.

Factor Méndez Doninelli


Ese sábado la Usac inauguró en el Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino de la ciudad de Antigua, Guatemala la sala de música de Cámara “Roberto Díaz Castillo”, como merecido reconocimiento a quien fue fundador de ese centro cultural académico. Según Acuerdo del Consejo Superior Universitario, la mencionada sala lleva el nombre de Piqui para preservar su legado ad eternum.

Piqui fiel a su acendrado amor por las manifestaciones artísticas, culturales e históricas de nuestro país, fue un distinguido académico, Profesor Emérito de la Usac, impulsor de actividades culturales y literarias. Cuando volvió del segundo exilio de su vida, la Usac le encargó la dirección del Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino en Antigua, Guatemala, cargo que ocupó hasta el día de su fallecimiento. A lo largo de los años el Colegio Mayor adquirió su madurez como centro de cultura, un lugar de encuentro para los amantes del arte, la música, la literatura, la historia, que Piqui fue enriqueciendo con espacios dedicados al museo de la farmacia, a las artes y costumbres antigüeñas, con exposiciones de pintura, de fotografía o de artesanía que siempre engalanan los centenarios salones del Colegio Mayor. 

Conocí a Piqui en nuestra Alma Mater a principio de los setentas del Siglo pasado,  como catedrático en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, luego cuando ocupó el cargo de Secretario General de la Usac, durante la gestión rectoral del Doctor Rafael Cuevas del Cid, nuestra amistad se fortaleció.

La Maestra Evangelina Mendizábal García, colega residente en México, luego que se enteró de la muerte de Piqui, me escribió recordando que fue su alumna en la Facultad de Derecho, comparto fragmentos que citó: “Adiós a mi querido Maestro…Se me parte el corazón en dos, porque me remonto a aquellos recuerdos, a aquella sonrisa pícara y llena de todo de Picky. Ni sé si así se escribe, pero voy a escribir todo lo que siento… Vienen mis memorias un tanto realzadas por la tristeza.  Y siento que la vida no es la misma, cuando no podemos acompañar a quienes se van. Tengo que prender otra vela y pensar en mi querido maestro. Que lujo de maestros tuve, les doy las gracias por atenderme siempre con mucho respeto y cariño.  Siempre me acompañó la aureola de ser nieta de don Mardoqueo y sobrina de Jorge Mario. No podía ser mediocre. No estaba en la educación que me dieron y hasta la fecha, agradezco la formación y sus sabias enseñanzas.  Les mando muchos abrazos a Jorge Mario y Emilia y brindo porque nuestro querido Picky vaya bien acompañado de todos quienes fuimos sus alumnos selectos y con quien compartimos muchos proyectos y sueños.  Mucho honor en este cortejo que solo quienes compartimos ideales libertarios tenemos la fortaleza de realizar. Decir adiós es lo que más cuesta.  Que no daría yo por caminar en los pasillos de nuestra querida Facultad y encontrarme a Mario López Larrave, a Fito, a Picky. A todos ellos mi respeto y amor eterno.  Inolvidable.  Les digo gracias. Evangelina.” (Fin cita).

Condolencias a Estelita su esposa, hijas y demás familia. Piqui, Maestro, amigo, intelectual, militante comprometido, fiel a sus principios, claveles rojos sobre su tumba.