Todos esos corredores que parecían ignorados mientras las cifras con pases crecían en la primera parte de esta temporada están resurgiendo, y de qué manera.
Junto al siempre confiable Adrian Peterson y el sorpresivo Arian Foster aparecieron este fin de semana DeMarco Murray, Matt Forte y Shonn Greene.
Mientras las lesiones afectan a un montón de titulares, algunas nuevas caras podrían surgir mientras el juego terrestre tiene un mayor impacto en la NFL.
El surgimiento de Murray fue el acontecimiento más notable y espectacular. Su primera acción fue para un touchdown con una carrera de 91 yardas, y así continuó para apoyar la paliza que le dieron los Cowboys a los Rams hasta establecer marca de equipo con 253 yardas por tierra. De esta manera, Murray superó incluso la mejor producción en un partido que hayan tenido Emmitt Smith y Tony Dorsett.
«Nunca creí que ni en un millón de años tendría un día como éste», admitió Murray. «Es por esto que he estado trabajando arduamente desde mis días de Pop Warner».
Las ofensivas tipo Pop Warner, donde los equipos corren, corren y luego corren otra vez, nunca volverá a reaparecer en la NFL. El fútbol estadounidense profesional es un juego de pases, y las estadísticas récord en el arranque de la temporada demuestran eso.
Pero los running backs atraviesan por una reactivación y el domingo fue un ejemplo sobresaliente.
Era de esperarse una gran demostración de Peterson —que pese a jugar con un quarterback novato en su primera participación estelar (Christian Ponder) y de enfrentar a los campeones defensores del Super Bowl— acumuló 175 yardas y un touchdown cuando sus Vikings de Minnesota perdieron 33-27 ante Green Bay.
Foster, de los Texans, lideró a la liga en acarreos cuando despegó en la campaña del 2010 y, luego de padecer lesiones este año, tuvo una actuación magnífica en el triunfo contundente por 41-7 sobre los Titans: 115 yardas por tierra y dos anotaciones, 119 por aire y otro touchdown.
Foster fue apoyado por Ben Tate con 104 yardas por tierra.
Ante el nuevo énfasis en los acarreos, tres jugadores que superaron las 100 yardas en carreras el domingo tendrán una importancia adicional para sus equipos: Michael Turner (Atlanta), Forte (Chicago) y Greene (Jets).
Turner ya ha pasado por esto y es un astro asentado. Forte, en un agrio conflicto contractual con los Bears, necesita ser especial debido a que el desempeño del quarterback y las recepciones son impredecibles. Y, por supuesto, juega en Chicago, donde el Soldier Field no es otra cosa que un paraíso de los pasadores en esta campaña.
Greene, que avanzó 112 yardas en la victoria 27-21 de Nueva York sobre San Diego y fue particularmente eficaz en la segunda mitad cuando Jets remontaron, es un factor clave para la filosofía de «tierra y golpe» del equipo.