El funcionario de gobierno de mayor jerarquía en materia de inmigración dijo ayer que quiere conservar a más empresarios de alta tecnología en Estados Unidos. Para ello, dijo, esos emprendedores deben volcar su creatividad al tema de la inmigración.
Miembros de la comunidad de empresas tecnológicas del Valle del Silicio se reunieron con el director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, Alejandro Mayorkas, en lo que la agencia llamó una cumbre para lanzar oficialmente su programa de «Emprendedores Residentes».
La reunión en el Centro de Investigaciones Ames de la NASA intentó responder a una queja frecuente del sector de alta tecnología: extranjeros que estudian en Estados Unidos regresan a sus países a crear compañías porque el proceso de inmigración los intimida.
Con el nuevo programa, dijo Mayorkas, el servicio de inmigración espera responder mejor a las necesidades en rápida evolución de las nuevas empresas. Dijo que la agencia elegirá a cinco representantes del sector privado para elaborar políticas y capacitar a funcionarios que toman decisiones sobre las solicitudes de inmigración individuales.
El objetivo es impedir que la agencia aplique las fórmulas tradicionales a los modelos empresarios antiortodoxos que son comunes en las empresas tecnológicas.
«No hacerlo es no comprender las oportunidades perdidas de crear empleos para trabajadores estadounidenses cuando la necesidad de esos empleos es más aguda», aseguró.
El empresario escocés Scott Allison dijo que llegó al Valle del Silicio para crear su compañía, llamada Teamly, que crea programas informáticos para servicios de recursos humanos por internet. Dijo que el servicio de inmigración añadía una dificultad más a las muchas que enfrentan las nuevas empresas.
«El proceso de inmigración no debería ser fuente de preocupación para nosotros, pero lo es», dijo Allison.
El gobierno del presidente Barack Obama ha propuesto liberalizar las normas para que ingenieros y científicos extranjeros puedan permanecer en Estados Unidos.
Los opositores de esta política dicen que ciudadanos estadounidenses con el mismo nivel de capacitación son desplazados por extranjeros dispuestos a trabajar y ganar menos con tal de obtener el derecho de residencia.