A propósito de las audiencias del Irán-Contras, ni más ni menos que una encerrona política del Partido Demócrata para el presidente Ronald Reagan tratando de culparlo de haber obtenido dinero para apoyar a Los Contras en una negociación de armas con Irán cuando existía prohibición del Congreso; un día de tantos, en 1987, me encontraba frente a la televisión siguiendo esas audiencias, cuando vi en el estrado a un hombre con características latinas, bien trajeado que a pesar del atuendo formal, de inmediato reconocí. Era el hombre que menciono en mi libro en momentos en que la columna en la que me movilizaba penetró en Nicaragua a través de un lugar llamado Arenales. El hombre escribí, iba esa noche bajo la lluvia en un Toyota de doble tracción y me observaba atentamente, cuando me alejé lo escuché comentar con otro si yo sería en realidad un médico. Esa mañana en su testimonio escuché su nombre por primera vez, se trataba de Félix I. Rodríguez, un cubano americano que había trabajado para la CIA y era conocido por haber participado en la captura de Ernesto El Che Guevara en Bolivia, en 1967. En el año de 1973 nos vimos en su casa en La Florida con el único motivo de cambiar impresiones sobre la vida y recordamos aquella noche en la frontera de Nicaragua, me regaló un libro suyo sobre la captura del Che Guevara, nunca mas lo volví a ver.
Nicaragua después de la derrota de Ortega
La señora Violeta Barrios de Chamorro hizo un buen Gobierno terminando en 1997, había sido apoyada por Washington, pero luego supo mantener sus distancias con la Casa Blanca. Después de ella fue electo Presidente un ex Alcalde de Managua, el abogado Arnoldo Alemán. Su desastroso Gobierno entre los años 1997 y 2002 marcó un retroceso que permitió a Ortega volver a ganar posiciones; Alemán al final terminó en la cárcel por delito de corrupción.
Después de Alemán un empresario opositor a los Sandinistas en las luchas cívicas y vicepresidente de Alemán, el ingeniero Enrique Bolaños, alcanzó la Presidencia e hizo también un Gobierno aceptable entre el año 2002 al 2007. Al terminar su período Bolaños, apareció Daniel Ortega con los petrodólares del presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien organizó, además, una caravana constante de cisternas de diésel entre Caracas y Managua para comprar voluntad electoral entre los pobres del interior o sea la mayoría de la población, así Ortega un hombre que había sido acusado de felonía sexual se hizo de nuevo con el poder y su decisión de mantenerse en él se ha puesto de manifiesto al propiciar recientemente un fraude electoral comprobado por la Comunidad Internacional.
Daniel Ortega fue el principio de la Chavización de Centroamérica, estamos pagando la culpa de haber sido ingenuos y más que eso tontos al haber seguido el juego a una manida democracia que invocan los farsantes y demagogos para hacerse del poder y una vez arriba se aferran a él utilizando cualquier medio.
¿Qué pasó en Guatemala?
Guatemala vivió sus 33 años de guerra interna y hoy pagamos el resultado de una paz sin convicción por ninguna de las partes, el país no solucionó sus problemas de desigualdad, la receta solamente varió cambiando la fórmula con algunos discretos matices. Centroamérica sigue sin ver resultados, el desafío de la globalización tiene sumergida a nuestras economías de sobrevivencia y desde 2008 con la crisis mundial esperamos un milagro, siempre viviendo de milagros. Han pasado veinte años y tres guerras civiles en el Istmo, los llamados «conflictos de baja intensidad» que han dejado millones de muertos y en nuestros pueblos sigue campeando el hambre, la enfermedad y la ignorancia, seguimos siendo dependientes y viviendo del querer y la voluntad de otros.
Las guerras en la historia de la humanidad a pesar de sus horrores han hecho surgir países entre los escombros permitiendo visualizar un nuevo Norte, el nuestro seguimos sin verlo.
Las palabras del Eclesiastés vuelven a sonar en mis oídos: Vanidad de Vanidades… Todo es Vanidad? No hay nada nuevo bajo el Sol.
NOTA FINAL: Hoy tuve la pena y el desagrado al monitorear los programas de televisión en mi casa de Santo Tomás de Castilla, ver a Daniel Ortega hablar sobre algunas decisiones que tomó su gobierno en relación a la crisis hondureña, Ortega me desagrada profundamente, no puedo negarlo, siempre fue así y con los años ese desagrado se ha ido acrecentando, un hombre con escasas condiciones morales y más escasas condiciones de hombre público ocupando la Presidencia de su País. Sin embargo, el mayor desagrado lo tuve al ver entre los personajes cercanos a Ortega y en una actitud de colegial recompensado a Edén Pastora, una figura que yo consideraba era un hombre de valores que habían dado la cara par luchar por su patria y por Centroamérica, el Edén Pastora que hoy vi y por alguna información que he tenido sirviendo al Gobierno de Ortega no tiene nada que ver con el hombre que conocí.