Después de soportar una serie de vicisitudes, como suele suceder en instituciones cuando sus dirigencias tergiversan el rumbo correcto, el Instituto de Previsión Social del Periodista, con sus nuevas autoridades ha logrado reencauzarse por el sendero de la rectitud.
En la actualidad se respira un aire oxigenado al poner pie adentro de sus instalaciones, pues hay orden y tranquilidad, el nuevo Consejo Directivo se ha trazado el compromiso de que el IPSP responda con los postulados para los cuales fue creado, como son de brindar protección, especialmente a los periodistas que hoy constituyen la «vieja guardia» del periodismo nacional, que por sus largos años de agotamiento en esta disciplina que no da oportunidad de reposo, pues hay que estar dispuesto en todo momento, de día o de noche, para ir en pos de la noticia para trasladarla al público que tiene que estar bien informado.
El periodista que es el reportero, redactor, fotógrafo, tiene un desgaste permanente de sus energías; en la actualidad con las nuevas y constantes avanzadas tecnologías, necesita estar actualizándose, pero llegará el día en que igualmente que sus antecesores, necesitarán un apoyo para su supervivencia, y esa se la proporcionará el IPSP, de manera que no es únicamente para brindar protección a los actuales jubilados del periodismo, para quienes el Instituto es una bendición.
Pero no es únicamente la asistencia económica que brinda la Institución a sus agremiados; existe una clínica médica que en estos días está equipada como debe de ser; desde enfermera, que antes no la había y demás implementos necesarios, incluso está dotada de computadora para llevar el registro de los pacientes, lo que antes se hacía en papeles sueltos, y un médico que ausculta detenidamente a cada paciente para obtener un diagnóstico exacto y así poder prescribir los medicamentos requeridos para ser proporcionados, sin costo en la farmacia de la institución. Por otra parte, cuando hay necesidad de exámenes o intervenciones quirúrgicas, el Instituto tiene arreglos con nosocomios a donde se remite al enfermo, operación que es cubierta por el IPSP, esto ha sido casi desde el principio de su funcionamiento. Otro de los servicios de asistencia establecidos en su Ley y sus Reglamentos, es que la viuda de los afiliados fallecidos se les continúa proporcionando asistencia económica mensual, para que la esposa no quede en el desamparo.
Son numerosos los periodistas, mujeres y hombres, que peinan canas, que por ser personas honestas, ajenas a caer en el fango de la corrupción, y porque anteriormente las empresas periodísticas no contemplaban la jubilación, que habían estado desprotegidos pues al carecer de una casa propia tienen que pagar alquiler de un inmueble o en último caso, una o dos habitaciones para no ir, patéticamente, a vivir a un asentamiento.
El IPSP ha tenido y sigue teniendo detractores, por que sí, incluso hay empresas periodísticas, que conforme a la Ley son recaudadoras del Timbre de Perensa, lo retienen, no lo trasladan al Instituto, con lo cual causan perjuicio a sus agremiados, pues no han captado el beneficio que representan para ellos esos fondos.
El sábado 9 del presente mes, el licenciado Jesús Alvarado Mendizábal, a las 10 horas, en la sede del IPSP, 11 calle 11-46 zona 1, fundador y expresidente de IPSP, tendrá a su cargo una jornada informativa del Instituto para afiliados, periodistas y estudiantes de Ciencias de la Comunicación, pues se dará a conocer los objetivos y proyecciones de la entidad.