El interés de unos pocos


Revisando en Google Earth el área afectada por la construcción del paso a desnivel para beneficio de la colonia Santa Rosalí­a en la Carretera a El Salvador, se da uno cuenta de cómo es que en nuestro paí­s el interés particular prevalece sobre el interés general, puesto que cientos de miles de personas están siendo afectadas seriamente por la construcción de un acceso que únicamente va a ser de beneficio para unos pocos.


Debido a la cantidad de viviendas de Santa Rosalí­a, uno piensa que mejor hubiera sido que se hiciera un retorno en el paso a desnivel de Puerta Parada, para que los vecinos de esa colonia llegaran a ese punto y volvieran a la entrada de su colonia, distante a pocas cuadras, en vez de causar un perjuicio tan grave a miles de personas que están sufriendo lo indecible por la construcción del costoso paso a desnivel. Y eso sin esclarecer quién está pagando el costo de una obra que no tiene beneficio común sino muy particular ni, mucho menos, si hubo tráfico de influencias o intereses de funcionarios en la construcción de esa obra de gran envergadura que ha obligado a cerrar durante las horas pico una de las carreteras más transitadas de todo el paí­s. Cientos de colegios de la ciudad de Guatemala se desplazaron a ese sector aprovechando lo que en un tiempo fue menor costo de la tierra para construir instalaciones más grandes, y ahora sus alumnos están sometidos a una tremenda tortura por lo que significa el desplazamiento hacia y desde esos colegios en las horas pico. Por algo dicen que Guatemala es un paí­s donde el corcho se hunde y las piedras flotan, porque aquí­ hacemos las cosas al revés. Lejos de preocuparnos por facilitar las cosas a la mayorí­a, se les complica la vida a decenas de miles de personas que tienen que transitar diariamente por el sector con el único fin, confeso descaradamente, de beneficiar a los pocos habitantes de una colonia residencial que, como nos ocurre a todos los guatemaltecos, tenemos que incorporarnos lentamente al tráfico que es cada dí­a más pesado. Si a cantidad de viviendas vamos, el Ministerio de Comunicaciones mejor hubiera hecho un paso a desnivel en el sector de Villa Hermosa o en la zona 18, donde diariamente son miles los automovilistas que gastan mucho tiempo y combustible para desplazarse por puntos en los que el tráfico se hace nudo. Pero como no tienen la influencia de los vecinos de Santa Rosalí­a, seguirán igual mientras el resto de la gente que vive en la salida al oriente de la ciudad es sometida a inhumana tortura.