EL INFORME DEL PRESIDENTE


El dí­a viernes 14 de enero, el señor Presidente de la República dio su informe de lo hecho en los últimos tres años de gobierno. De todo lo que dijo hay cosas que tienen validez, como la ayuda que está dando en los departamentos; pero todo lo demás es pura falacia.

Fredy Padilla, A-1 658223

En primer lugar, habló de la educación, de la seguridad, de la salud y de los logros que ha alcanzado en su gobierno, que es casi nada. En cuanto a la educación, si bien es cierto logró que fuera gratuita, el año pasado hubo escuelas superpobladas que no contaban con espacio suficiente para tanto alumno que se inscribió, eso sin contar que las aulas no estaban habilitadas para todos los que llegaron.

En materia de seguridad se quedó corto, pues como él sabe -y lo sabemos todos en Guatemala-, estamos a merced de los delincuentes y además de los narcotraficantes, que hacen lo que quieren y como quieren sin que las autoridades cumplan con su trabajo.

Dijo en su informe, que se habí­a incautado a los narcos la cantidad de 17,141 millones de quetzales entre armas, dinero, carros, avionetas y otras cosas, y es de suponer que el armamento, el dinero y los automotores, el Gobierno los puede utilizar para contrarrestar los ataques de que son objeto por parte de los mafiosos, ya que según dicen las altas autoridades éstos están mejor armados que el mismo Ejército y por lo tanto deben recurrir a la utilización de las mismas.

También hizo hincapié con respecto a la reforma fiscal. ¿Para que pedir más dinero del pueblo si para sufragar los gastos del Ministerio de Gobernación pidió 800 millones, para la fiscalí­a 50 millones extra y para el Ministerio de la Defensa 75 millones? Si el Presidente dice que se incautaron 17,141 millones de quetzales, pues que los use y no esté empobreciendo más al pueblo de Guatemala.

Y por último, manifestó que en materia de salud se habí­a avanzado, pues se atendieron más pacientes y esperaba que el próximo año se atendieran más, lo cual deberí­a ser todo lo contrario, puesto que si tenemos salud no habrá necesidad de ir a los hospitales, que dicho sea de paso siempre están quejándose que no hay medicinas.

Con todo lo que expresó no convenció a nadie, solamente a quienes tienen un puesto dentro del Gobierno y a todos aquellos que movilizó para que vinieran a hacerle la upa, pues si no lo hací­a de esa forma no hubiera tenido pero ni una mosca que le revoloteara.

Después de toda la bulla que hubo, se dejaron escuchar las apreciaciones que hizo, que la verdad no fueron nada buenas. Como dijera la diputada Roxana Baldetti, es cierto logró la educación gratuita, pero no hay maestros ni escuelas suficientes para los estudiantes; hicieron dispensarios, pero hay escasez de medicinas y médicos.

Sólo en ese dí­a imagí­nese cuánto gastó en traer a toda esa gente que, según él, son sus seguidores; ese dinero que se pudo aprovechar para dárselo a quienes realmente lo necesitan lo malgastaron en traer la gente que bien pudo verlo a través de la tele o enterarse por medio de los periódicos, que sólo cuestan tres o cuatro quetzales.

También habló de la corrupción que impera en Guatemala, y serí­a bueno que a partir de ahora la CICIG empezara con los trámites de fiscalización para la pareja presidencial y todos los ministros que ellos tienen contratados, pues no vaya a ser que pase lo de siempre, que dejan que se lleven todo lo que puedan y quieran y se vayan al extranjero, como todos los que están fuera de Guatemala gozando de las mieles de lo que al pueblo le costó.

O si no, los agarran o se entregan, les ponen una fianza que para ellos no es más que puro trámite, la pagan, los liberan, ¡y a gozar de lo que se han apropiado sin que nadie les diga absolutamente nada!