Para pocos es nuevo el conocimiento de que las próximas guerras serán probablemente por el recurso hídrico. De hecho ya se han desatado conflictos debido a la carencia de agua o del uso errático que se le da en algunos países.
Las cuencas hidrográficas que pertenecen a dos o más países suelen ser foco de conflicto jurisdiccional. Por eso algunos críticos no descartan que quizás con la guerra de Irak se hayan querido controlar los recursos hídricos de los ríos í‰ufrates y Tigris, ríos caudalosos en una de las zonas más áridas del planeta.
Esas situaciones se darán siempre y cuando el ser humano no deje de actuar irracionalmente. Si el hombre, dicho de una manera genérica, no abre los ojos hacia el verdadero desarrollo se cree que dentro de algunos años los conflictos serios por el agua y otros recursos naturales podrían iniciarse en todo el globo terráqueo.
La palabra desarrollo tiene diferentes acepciones o conceptos y una bastante acertada es la siguiente: Se entiende como desarrollo, la condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales. Para ello se utilizarían tecnologías que no se encuentran en contradicción con los elementos culturales de los grupos involucrados. Este concepto integra elementos económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político. La esfera de poder, dentro del contexto social se hace necesaria como forma organizativa y de cohesión legítima, legal y funcional dentro de grupos sociales y como instancia de toma de decisiones entre individuos.
Pero las desmedidas actividades humanas son responsables del aumento excesivo de los gases que atrapan el calor en la Tierra y en consecuencia, la atmósfera aumentó su temperatura. El dilema del traslape de las actividades humanas y la conservación del ambiente es algo que no logran definir ni solucionar los estudiosos; aunque sí admiten el daño que los impactos de los cambios climáticos efectúan sobre la humanidad, especialmente sobre los más pobres… los más indefensos.
Guatemala es un país sumamente rico, en donde las mayorías poblacionales son muy pobres y paupérrimas. El impacto del cambio climático ya puede notarse con amplitud en todo el territorio, pero aun así las conciencias callosas siguen arrasando a diestra y siniestra con la venia de trabajadores del Estado, quienes enquistados dentro de los gobiernos se columpian como monos de rama en rama y de bejuco en bejuco, sin desprenderse de la generosa teta que les alimenta recurso económico sin que se vean resultados? más que los resultados que están a la vista: El agotamiento y contaminación de los recursos naturales, incluyendo el agua. Ya prácticamente acabaron con la Reserva de la Biosfera Maya; lo que en otras épocas decían «imposible».
Debido al cambio climático Guatemala sufre de falta de seguridad alimentaria; las plagas y las enfermedades se difunden como aire entre los dedos y los servicios de salud no se dan abasto y menos lo harán en el futuro próximo. Los chirises, en el campo, seguirán gordos de lombrices y la gripe «porcina»? avanza; las mutaciones prosperarán con intensidad y de alguna manera podría interrumpirse la cadena alimentaria con la extinción de especies de flora y fauna.
El impacto del cambio climático es muy amplio, complejo y desfavorable.