Recientemente se desarrolló la Semana Internacional de la Tiroides, una conmemoración que se efectúa a nivel mundial, siendo el tercer año que Guatemala se une a esta actividad.
Su objetivo fue informar y sensibilizar a la población sobre la importancia de identificación de síntomas de la enfermedad, diagnóstico y consulta médica. Esta iniciativa fue apoyada por la Asociación de Endocrinología de Guatemala, encabezada por su presidente, doctor Raúl Velasco, con la cooperación de la Federación Internacional de la Tiroides y de entidades como la compañía Merck Serono.
En el contexto de la Semana de la Tiroides la Asociación de Endocrinología realizó su congreso anual, ofreciendo a los especialistas asistentes, charlas con expositores internacionales, como parte de un esfuerzo de educación médica continua.
La difusión de los trastornos de la tiroides para conocimiento del público en general, fue una de las prioridades. Los organizadores enviaron a esta columna información sobre el tema, cuyos aspectos más relevantes trataré de compartir, con los lectores, dada su alta trascendencia para la preservación de la salud.
Según ese material, el hipotiroidismo es una enfermedad relacionada con los problemas de la tiroides, una glándula en forma de mariposa ubicada en la base del cuello por delante de la tráquea, la cual controla nuestro metabolismo a través de dos hormonas. Esta glándula le dice a los otros órganos la velocidad con que deben funcionar, y cuánto oxígeno debería consumir el cuerpo, además de regular su temperatura y los niveles de energía.
Entre los síntomas de esta afección están la fatiga, la somnolencia o debilidad, la intolerancia al frío, deterioro de la memoria, el aumento de peso aun comiendo de manera razonable y haciendo ejercicio; la frecuencia cardíaca lenta, menstruaciones anormales, problemas de fertilidad, dolor articular o muscular, cabello o uñas finas y quebradizas, piel seca y escamosa, cara, manos y pies hinchados.
Existen muchas razones por las cuales aparece esta afección, pero una causa común es la falta de yodo. La tiroides lo necesita para producir sus hormonas y si hay poco en la dieta, ello influye para que esta glándula deje de funcionar adecuadamente. Determinadas medicinas pueden ocasionar hipotiroidismo. Existe la posibilidad que algunos bebés nazcan sin tiroides o con una glándula malformada.
El hipotiroidismo es una enfermedad que no tiene cura. Su tratamiento consiste en el reemplazo de la hormona que le falta al organismo mediante un medicamento diario y de por vida.
A nivel mundial más de 300 millones de personas tienen problemas tiroideos, pero la mitad desconoce su condición.