LeBron James y Dwyane Wade tienen habitaciones en el mismo pasillo del hotel en el que el Heat de Miami se hospeda en Dallas, lo cual fue conveniente tras el cuarto partido de la final de la NBA.
DALLAS / Agencia AP
Necesitaban conversar.
Pese a todos los cuestionamientos tras la magra producción de ocho puntos de James el martes, la primera vez en 90 partidos de postemporada en la que el dos veces Jugador Más Valioso de la NBA no anotó en dobles dígitos, Wade salió más convencido que nunca sobre su compañero.
«A la larga», dijo Wade ayer, «va a hacer algo sorprendente, y eso nos va a poner en la cima».
El quinto partido de la serie representa la próxima oportunidad para James.
El Heat y los Mavericks de Dallas están empatados a dos encuentros por bando en esta final de la NBA, que se reanuda el jueves por la noche antes de volver a Miami para el sexto partido el domingo y, tal vez, un séptimo choque decisivo el martes. Hasta el momento es una serie en la que el triunfador necesita ganar dos partidos más.
«Creo que ya es hora», dijo James. «Creo que es hora de que trate de avanzar en lo individual».
Dijo Wade: «eso me parece bien».
Seguramente que el resto del equipo también oye con gusto las palabras de James. El jueves todo el mundo estará aguardando para ver si repunta de una sorprendente estadística ofensiva en el cuarto partido. Sorprendente por raquítica: se ubicó más de 20 puntos por debajo del promedio en playoffs en su carrera, con sólo tres canastas en 11 tiros al aro en la derrota de Miami por 86-83.
En lo que va de la final lleva nueve unidades en el último cuarto. Para darle algo de perspectiva a ese dato, Dirk Nowitzki registró 10 tan solo en el último período del cuarto partido.
«No jugué bien, especialmente a la ofensiva. Lo sé», reconoció James. «Tengo que hacer un mejor trabajo para ayudar a este equipo a ganar partidos de básquetbol, especialmente en los últimos minutos, sin importar lo que se requiera».
«Si ello implica capturar un rebote ofensivo, como dije, hacer un par de canastas, ser más agresivo para darle a mis compañeros oportunidades para hallar huecos. Tengo que hacerlo. Ese es mi trabajo. Para eso estoy aquí», agregó.
Erik Spoelstra, el entrenador del Heat, dijo que Miami hará algunos ajustes para ayudar al flujo ofensivo de James en el quinto partido. Y tal vez los Mavericks también le proporcionen algo de ayuda.
La víspera del quinto partido, el escolta DeShawn Stevenson de Dallas dirigió algunos dardos hacia James, diciendo que «checó tarjeta para irse» en los últimos minutos del cuarto partido el martes por la noche.
«Eso es bueno para nosotros», afirmó Stevenson tras el entrenamiento del miércoles.
Stevenson comentó también que los jugadores del Heat aún se están conociendo entre sí, que James no fue él mismo en el cuarto juego y que el dos veces Jugador Más Valioso es «lo suficientemente talentoso que puede usar cualquier cosa en el periódico como para inflar su ego».
Cuando se dice que esta serie está empatada, va más allá que sólo referirse a que cada equipo ha ganado dos partidos en lo que va de la final. Tras cuatro encuentros, algunas de las estadísticas son muy similares:
— Puntos: Miami promedia 89, Dallas 87,8.
— Rebotes: Dallas promedia 40, Miami 39.
— Porcentaje de canastas: Miami 42,8, Dallas 41,4.
— Porcentaje de triples: Miami 34,5, Dallas 34,2.
En pocas palabras, el Heat y los Mavericks llevan un desempeño prácticamente igual hasta el momento.
«Estamos absolutamente en una pelea entre pesos pesados, y así debe ser», dijo Spoelstra. «Es una serie de lo más pareja».