El hambre, una vergüenza incómoda y un problema con respuestas lentas


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En las áreas más profundas y remotas del país, como San Juan Atitán, Totonicapán y hasta en el escenario internacional que representa Washington D.C., Estados Unidos, el gobierno de Otto Pérez Molina se ha encargado de difundir sus planes contra la desnutrición infantil como un logro sin precedentes.

POR EDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt

DIPUTADO EVIDENCIA SERIOS PROBLEMAS DE EJECUCIÓN

MÉDICO PAGA LAS CONSECUENCIAS DE HABLAR CON LA VERDAD

Sin embargo, en el segundo año de gestión los programas e iniciativas del Pacto Hambre Cero registran avances mínimos y surgen serias denuncias sobre intentos de censurar a quienes exponen la realidad de la situación del hambre en el interior de Guatemala. 

En un país agrícola y rico en recursos naturales, el hambre resulta una vergüenza para las autoridades, especialmente cuando la escasez de alimentos afecta directamente a los niños y niñas, que son el sector más vulnerable de la población y el futuro de la sociedad.

La respuesta del Gobierno a esta difícil situación se concentra en una serie de programas e iniciativas focalizadas en los más necesitados, pero ante todo está vigente una importante campaña mediática oficialista que deja de lado la realidad de los millones de afectados por la desnutrición y no muestra el fracaso de sus intervenciones. Lo mismo ha ocurrido en gobiernos anteriores, ya que este es un problema de antaño.

HAMBRE 90%
Aunque el proyecto oficial fue bautizado como “Pacto Hambre Cero”, su objetivo real no es erradicar el hambre –como lo sugiere el nombre–, sino únicamente reducir los índices de desnutrición en un 10 por ciento en los 186 municipios priorizados.

Si se llegasen a cumplir los objetivos planteados por el Ejecutivo, las estadísticas de desnutrición aún continuarían en un 90 por ciento, ya que el “hambre cero” es realmente una meta imposible de cumplir.

Sin embargo, en el segundo año de Gobierno, el proyecto contra la desnutrición camina a paso lento y cuesta arriba, pues la ejecución presupuestaria ha sido mínima y no hay claridad sobre los indicadores de efectividad.

INVERSIÓN REDUCIDA
Carlos Barreda, diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza, reconoce que la propuesta del Pacto Hambre Cero está bien elaborada, sin embargo, los resultados de la ejecución presupuestaria y los indicadores de efectividad son cuestionables.

El nivel de ejecución es muy malo y los resultados todavía no son claros por la falta de coordinación interinstitucional, señala el legislador, y agrega que “a la fecha no hay claridad en el monto del Plan Hambre Cero, ya que la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) maneja una cantidad de Q5 mil 791 millones, mientras que el Ministerio de Finanzas (Minfin) tiene un presupuesto detallado de Q3 mil 075 millones”.

Además, Barreda señala que Sesan ha mencionado que 17 instituciones están involucradas en el programa mientras que el Minfin dice que solo son 11, lo que a su criterio supone un incumplimiento de los Artículos 17 y 24 del Decreto 30-2012 del Presupuesto, que obligan la creación de un informe que permita dar seguimiento al Pacto Hambre Cero.

Barreda indica, sobre la ejecución presupuestaria, que según los datos del Minfin, de Q3 mil 075 millones presupuestados solo han ejecutado Q702 millones, que equivalen al 22.8 por ciento de los recursos.

De los Q857 millones del programa Ventana de los Mil Días solo se han ejecutado alrededor de 240 millones, que equivalen a un 32 por ciento, mientras que el programa Bono Seguro de Salud tiene un presupuesto asignado de 300 millones, pero no se reportan ejecuciones.

Entre tanto, en el Ministerio de Agricultura se contempla un programa para garantizar el consumo de alimentos a familias vulnerables, pero de los Q96 millones asignados no se han reportado ejecuciones, según Barreda, demostrando una falta de coordinación del programa.   

Además señala que al comparar los datos del Sistema Gerencial de Información del Ministerio de Salud, se incrementó la mortalidad infantil. El número de muertes de niños por desnutrición pasó de 32 en 2011 a 135 en el 2012.  “Las muertes no se pueden ocultar ni esconder, y resultado de esto es que el número aumentó”.

Según el diputado, en ninguna experiencia internacional se ha logrado reducir la desnutrición en un 10 por ciento en cuatro años. Los ejemplos más exitosos son los de Perú, Tanzania y otros países, cuyo ritmo de reducción es del 1.1 por ciento anual. Por esto dice que es imposible cumplir la meta que se ha establecido para Guatemala.

EL LADO OFICIAL
Datos oficiales del Pacto Hambre Cero refieren que en lo que va del año se alcanzó una ejecución del  23 por ciento de los Q5 mil millones que según el Ejecutivo están contemplados para el combate a la desnutrición, mientras que el porcentaje idealmente debió situarse arriba de 33.

El presidente Otto Pérez Molina solicitó “a los ministros la ejecución de los fondos de los programas que le corresponde a cada uno, para llevar a la realidad las metas establecidas para este año”. A consideración del gobernante, algunos de los retrasos en la ejecución presupuestaria se dieron en el Ministerio de Economía y el de Agricultura, Ganadería y Alimentación.

Pese a esta situación, que afecta directamente a la población más vulnerable y supone un riesgo para la vida de niños desnutridos, la propaganda oficialista se concentra en destacar los esfuerzos y los resultados positivos, y deja de lado los serios vacíos en la ejecución presupuestaria.

El titular de la Sesan, Luis Enrique Monterroso y la vicepresidenta Roxana Baldetti acapararon la atención de los medios con el caso de Brayan Michael Yat Maas, de 3 meses, quien fue trasladado en helicóptero desde Purulhá, Baja Verapaz, al Hospital Roosevelt en la Capital, por encontrarse con un alto grado de desnutrición.

“La vicepresidenta Roxana Baldetti acudió al lugar tras enterarse de lo ocurrido, puesto que la identificación del caso se hizo a través de un barrido nacional, el cual forma parte de la Ventana de los Mil Días”, publicó el diario oficial.

El Gobierno ha expuesto sus esfuerzos en el país, pero también en el extranjero, donde se ha presentado el Pacto Hambre Cero como un ejemplo de la lucha contra el hambre, digno de ser replicado en la región.

Jorge Santos del Centro Internacional para las Investigaciones en  Derechos Humanos de Guatemala (CIIDH), indica que lo que se ha visto a la fecha son pequeños programas que no están articulados unos con otros y que además están más dirigidos a captar la atención publicitaria y mediática de la población, que efectivamente a dar pasos concretos contra la erradicación de la desnutrición.

“Me refiero a la multiplicidad de programas que a lo largo de estos dos años han evidenciado, el Programa Hambre Cero, el Programa de los Mil Días, sin una aplicación certera sin articulación; no hay mucha claridad efectiva de lo que están haciendo”, dice el activista.

Además expresa que al inicio de este Gobierno se propuso la meta de disminuir en 10 puntos porcentuales la desnutrición, “y pareciera que lo hayan dicho como una promesa de campaña más, sin tener efectivamente los criterios técnicos y estadísticos o acciones públicas claras que pudieran disminuir en ese porcentaje la desnutrición en el país”.  

Santos dice que las campañas publicitarias que manejan estos programas para combatir la desnutrición lo que hacen es legitimar y da una sensación a cierto segmento de la población guatemalteca, que permiten manifestar que se están haciendo aparentemente algunas acciones para dar con la lucha contra la pobreza.

DENUNCIA CENSURA
Juan Rodríguez Portillo, jefe del Área de Pediatría del Hospital Nacional de Jalapa, será trasladado al Centro de Atención Permanente (CAP) de la localidad de Monjas, supuestamente, por evidenciar los fallecimientos por desnutrición.

Rodríguez dijo a La Hora que laboró durante 14 años en el Hospital, pero recientemente recibió una orden ministerial por parte del encargado de Recursos Humanos del nosocomio, en la cual se disponía su traslado al municipio de Monjas.

“Esta situación de represalias en mi contra se originó porque hace un par de semanas le brindé información a la prensa sobre niños que han fallecido por desnutrición. El Director me envió una nota donde preguntaba quién me autorizó a dar esa información, con el pretexto de que yo no soy el vocero hospitalario. Me refirió que es prohibido hacerlo”, aclaró.

A criterio del médico, el objetivo del Gobierno es ocultar la realidad del hambre en el interior del país, pues eso compromete a las autoridades en diferentes planos.

Pero según Monterroso, no se está ocultando la información de ninguna manera y más bien se ha difundido todo lo relacionado a la ejecución presupuestaria de las intervenciones del Pacto Hambre Cero, y están disponibles con funcionarios o quienes quieran consultarlo.

Monterroso señala que la ejecución presupuestaria del Pacto Hambre Cero del año pasado superó el 90 por ciento, lo que se ha tenido son momentos de retraso, pero que al final, como se evidenció, se logró ejecutar.

Además añade que es muy peligroso aseverar que se está ocultando el hambre, ya que es todo lo contrario, es visible la situación que se atraviesa; hay que ser cautos para realizar esas aseveraciones, porque cuando se ataca al pacto no se está atacando una entidad pública sino a una decisión de país de alcanzar un resultado.

Aquello que era oculto en el pasado, ahora al ponerlo palpable y ponerlo en la palestra es un esfuerzo de gobierno, entonces al decir que ‘se oculta’ puede resultar riesgoso, porque la población puede tener la confusión de que no se está haciendo nada, y es todo lo contrario, el énfasis del Gobierno está apuntando en la reducción de la desnutrición.

Según el Secretario, lo que se está haciendo es alcanzar procesos y resultados que paulatinamente se reflejarán en la reducción de la desnutrición, pero se tienen que vivir en sus tiempos, “exigir que la desnutrición crónica se reduzca en un chasquido de dedos es una equivocación, los países que han logrado la reducción se han llevado años para lograr ese resultado”.

Barreda dice que lo que está existiendo es una manipulación, “ya que la responsabilidad pública se deja de un lado, con la propaganda y campañas publicitarias, se está queriendo esconder que todos los indicadores empeoraron”.

Explica que hay una estrategia de maquillar y manipular, que no salga a flote la realidad de una falta de ejecución y coordinación interinstitucional. Sin embargo, al ser cuestionado que esta estrategia también la han utilizado otros gobiernos, indicó que puede ser una constante pero que en esta oportunidad hubo mucha crítica al Gobierno anterior y se avanzó en la creación del Ministerio de Desarrollo Social para que se fortalecieran los programas sociales.

PLAN
¿HAMBRE CERO?

En febrero de 2012 se firmó el Pacto Hambre Cero, como un compromiso del Gobierno de que a finales de 2015 se tendrá  10 por ciento menos de desnutrición crónica infantil.

En la primera etapa se priorizaron los 166 municipios más afectados por la desnutrición crónica y aguda. Durante el 2014 y el 2015 se incluirán otros municipios, hasta completar todo el país.

El Pacto hace énfasis en el programa Ventana de los Mil Días, cuyo grupo objetivo son niños menores de 2 años y mujeres embarazadas, en edad fértil o de lactancia.

Para la lucha contra el hambre estacional se trabajará gradualmente en 213 municipios, y  en el 2014 se revisará la lista.

Datos oficiales del Pacto Hambre Cero refieren que en lo que va del año se alcanzó una ejecución del  23 por ciento de los Q5 mil millones que según el Ejecutivo están contemplados para el combate a la desnutrición, mientras que el porcentaje idealmente debió situarse arriba de 33.