En un intento desesperado por apaciguar la crisis política en Tailandia, la primera ministra Yingluck Shinawatra disolvió hoy la cámara baja del Parlamento y convocó a elecciones anticipadas, pero ello no bastó para detener una marejada de más de 150.000 manifestantes que han jurado derrocarla.
Analistas dijeron que las medidas fueron demasiado tardías y difícilmente serán satisfactorias para una oposición que quiere poner fin a la influencia de su poderosa familia. Los manifestantes desean que un «consejo popular» no electo reemplace al gobierno elegido democráticamente.
En un discurso el lunes por la noche, el dirigente opositor Suthep Thaugsuban calificó al gobierno de Yingluck de «corrupto» e «ilegítimo», lo que le valió ovaciones de la enorme multitud.
El movimiento de protesta «no consiente que una mayoría dictatorial… traicione al pueblo, destruya el equilibrio del poder democrático», dijo Suthep. El pueblo debe usar «sus derechos como ciudadanos para recuperar su poder».
Tailandia ha sufrido oleadas de disturbios desde que el hermano de Yingluck, Thaksin Shinawatra, fue derrocado en 2006 por un golpe de estado que puso al descubierto el profundo conflicto entre la clase media instruida y la base de Thaksin en el campo, que se benefició con sus políticas populistas.
El intento del partido de Yingluck el mes pasado de hacer aprobar por el Parlamento un proyecto de ley de amnistía para Thaksin y otros provocó la última oleada de protestas. Thaksin se fue al exilio en 2008 para evadir una condena por corrupción que según él obedece a motivos políticos.
«Tras escuchar las opiniones de todas las partes, he resuelto pedir un decreto real para disolver el Parlamento», dijo Yingluck con voz temblorosa en un discurso que interrumpió la programación normal de la televisión nacional. «Habrá nuevas elecciones acordes con el sistema democrático».
El partido de Yingluck ganó las elecciones hace dos años por amplia mayoría y probablemente ganará en nuevos comicios.
El vocero del gobierno, Teerat Ratanasevi, dijo que el gabinete había propuesto nuevas elecciones para el 2 de febrero. El rey Bhumibol Adulyadej emitió un decreto real para respaldar formalmente esa fecha y la disolución de la Cámara de Representantes.
Yingluck dijo que permanecerá en el puesto interinamente hasta que se nombre un nuevo primer ministro.