El gobierno sigue empeñado en manipular y no en gobernar


Al pueblo guatemalteco le urge revisar su condición como seres humanos que somos. Nos hemos ido acostumbrando a vivir de tal modo que solo lo que diga el gobierno está bien hecho, que lo que haga no se puede cambiar y que nadie tiene el derecho a contradecirlo, de lo contrario va a recibir el «sambenito» de estar fomentando la zozobra e incertidumbre en la población. De esa manera, siendo manipulados, los chapines nos hemos ido habituando a vivir mal, a recibir estí­mulos negativos a diario, tan conocidos por todos que ya no hacemos nada por defendernos.

Francisco Cáceres Barrios

Si los columnistas haciendo eco de la opinión popular señalamos, por ejemplo, que los programas de salud son deficitarios, que la inseguridad ciudadana es cada vez más insoportable o que las carreteras en verano son una calamidad y en la época lluviosa están hechas pedazos, a criterio del gobierno mejor debiéramos callarnos para no ser señalados de brutal ignorancia desde nuestra opulencia e individualismo mercantilista. ¡Vean que caso!

¿Qué cree el gobierno, que con manipulaciones y amenazas van a forzar a los columnistas honestos y honrados a decir mentiras, cuando estamos viendo dí­a a dí­a la realidad bien distinta a la que ellos afirman: «que Guatemala está avanzando como nunca en su historia»? Comprendamos que jamás podremos esperar que el gobierno reconozca los derechos de los que con libertad absoluta de criterio lo expresamos.

Por ello es que hay que hacerlos valer frente a quienes viven manipulando los intereses de los guatemaltecos. No podemos seguir esperando que el maná caiga del cielo. Debemos luchar a brazo partido por él y si queremos cambiar el status que ha venido imperando en nuestro paí­s, debemos ser responsables admitiendo nuestra realidad y aceptando que solo con cambios en nuestra visión de vida, eliminando de tajo las manipulaciones de los gobiernos, se van a poder llevar a cabo programas de trabajo que solo busquen el bien común y no más intereses polí­tico electorales.

Con su reciente y premeditada agresión manipuladora, el gobierno ha olvidado que las instituciones que luchan por la libertad, entre ellas la de prensa, no está sola, pues se han generado redes y grupos de apoyo para quienes sufren este tipo de maltrato, a pesar que la legislación no es aún lo suficientemente protectora. De ahí­ la importancia porque la población, que al fin y al cabo es siempre la ví­ctima de los desatinos gubernamentales, vaya tomando conciencia de que no hay, ni existirá justificación alguna para continuar ocultando lo que sucede o mirando hacia otro lado para no ver la realidad. Podrá preguntarse: ¿por qué la actitud agresiva del gobierno para quienes insistimos en combatir la corrupción y la impunidad que nos agobia? Muy sencillo, porque la agresión es el arma preferida del manipulador, convirtiéndose en su escudo perfecto para seguir satisfaciendo sus aviesos fines.