El Gobierno difama a ediles y vecinos de Tejutla


Eduardo-Villatoro-2013

Al recibir una declaración de la Municipalidad de Tejutla me asombra el afán del Ministro de Gobernación de intentar engañar a la opinión pública al distorsionar sucesos en que intervienen agentes de la Policía Nacional Civil. Especialmente me llama la atención esa conducta porque cuando asumió el cargo consideré que había superado la estructura mental militar en la que se formó, adaptándose al pensamiento civil y que además devino en estudioso de las ciencias sociales.

Eduardo Villatoro


Pero los hechos demuestran lo contrario, como se puede evidenciar en diferentes casos en los que el Gobierno ha criminalizado a activistas y dirigentes de movimientos populares, aunque posteriormente el mismo ministro Mauricio López Bonilla y hasta el Presidente se han desmentido.

Ahora las autoridades municipales de Tejutla lo ponen en entredicho, encabezadas por el Alcalde y el Concejo edilicio en pleno, el Juez de Asuntos Municipales, las miembros de las Comisiones de Seguridad Ciudadana (CSC), supervisores educativos, el magisterio de ese municipio del departamento de San Marcos, la delegación local de la Cruz Roja Guatemalteca, el Centro de Salud, el hospital Roppe, la Casa de la Cultura, alcaldes auxiliares, miembros de Cocodes, líderes comunitarios y cientos de paisanos míos que firman un documento en el que expresan su descontento y aclaran las circunstancias de un acontecimiento que fue ampliamente divulgado y distorsionado por algunos medios informativos capitalinos.

Todo comenzó con la decisión del Concejo Municipal y las CSC que funcionan en la Fúlgida Villa de Tejutla, pacífica por excelencia y que, por lo mismo, carece de comisaría de la PNC, de retener a un individuo que dice llamarse indistintamente Edwin Manuel Bautista Gutiérrez o doctor Jorge Bautista, señalado de cometer múltiples estafas y otros delitos en esa población y municipios adyacentes.

Como habían procedido anteriormente con otros sujetos sospechosos de cometer hechos ilícitos, autoridades y vecinos dispusieron transferir a la comisaría de la PNC de San Marcos al supuesto matasanos; pero los jefes de ese ente policial capturaron a dos integrantes de las CSC, señores Domingo Jacinto Solís de León y Ever Tiburcio Gómez, cuando entregaban al presunto malhechor -y quienes, como sus compañeros, sirven ad honores-, acusándolos de secuestradores y sindicando al alcalde Humberto Santos Gómez Pérez de ser cabecilla de una organización criminal, imputaciones que ratificó el ministro López Bonilla, sin contar con suficientes elementos de juicio para emitir criterio tan absurdo y alejado de la verdad.

Ante la mala fe de la PNC de San Marcos y la versión infundada del Ministro del Interior, los frustrados habitantes de Tejutla dispusieron retener, a su vez, a cinco agentes de la PNC, para que se agilizara la consignación a los tribunales de justicia al falso médico, como anteriormente lo habían hecho con otros delincuentes; pero en ningún momento se trató de “un canje”, como lo declaró López Bonilla, puesto que los policías fueron prontamente liberados.

Los tejutlecos capturados fueron declarados posteriormente inocentes de los cargos que se les atribuyeron y ahora lo único que piden autoridades edilicias y vecinos es una disculpa pública del ministro de Gobernación, por haberlos difamado. ¡Incautos!

(Cierto Ministro de Estado difamador camina con su escolta a orillas de una laguna, donde Romualdo Tishudo, caña de pescar en mano, está sentado en una piedra y a quien le pregunta:-¿Aquí se pesca? –No, acá se cazan lagartos, coyotes, ratas… Los peces gordos suelen estar en oficinas).