EL GENERAL OTTO Pí‰REZ MOLINA


En nuestra patria, desde hace mucho tiempo, se ha estigmatizado a cualquiera de los personajes que de una manera u otra han escrito nuestra historia, la Historia de Guatemala. En tal sentido, han corrido con la misma suerte polí­ticos, empresarios y militares. Todos, sin excepción, han sido llevados al cadalso.

Guido Torres A-1 480,128

 


Sin embargo, esta vez, en el horizonte cercano se vislumbra un nuevo sol para nuestro paí­s. El triunfo del general Pérez Molina suscita un mejor derrotero para los guatemaltecos. Basta con ver el orden, la eficacia y las decisiones que ha tomado en estos dí­as –aún cuando no ha asumido el cargo–, para darnos cuenta que un nuevo sí­mbolo de luz se proyecta en esta tierra nuestra.

Desde antes de que saliera electo, su actuar era un misterio. Su sobriedad, don de dominio propio y persona de poco hablar, mostraban su interés profundo por una Guatemala mejor.

Los crí­ticos de siempre, los alucinados, los desfasados y desubicados, tendrán que quitarse el sombrero conforme los dí­as pasen, pues el General traerá sorpresa tras sorpresa.  Desde hace mucho tiempo se necesitaba eso, que un hombre de verdad gobierne a Guatemala. Ese alguien que ha conocido la vida en todas sus facetas: tristes, amargas, con alegrí­a y satisfacciones, no decepcionará a nuestro pueblo. Solo me queda pronunciar, con voz fuerte y los ojos llenos de alegrí­a, ¡adelante, General, a la batalla y a comandar con arrojo y decisión a este lindo y noble pueblo llamado Guatemala, que espera sus órdenes con presteza y dignidad!