El Tribunal Supremo Electoral, por medio de su presidenta la licenciada Marí­a Eugenia Villagrán de Letona, informó que al mes de julio uno de los partidos polí­ticos que encabeza la intención de voto en diferentes encuestas publicadas habí­a rebasado el techo del gasto que legal y moralmente podí­a invertir en su campaña electoral y que otros dos partidos polí­ticos se estaban acercando también a dicho techo.

Es de hacer notar que la forma en que se cuantifica este gasto por el Tribunal y por algunos de los partidos polí­ticos no es adecuado, ni exacto por cuanto sólo se está cuantificando la propaganda en prensa, radio, televisión y vallas, pero se pretende decir que no es parte de dicho gasto los helicópteros, los medios de transporte terrestre, los viáticos, la alimentación, así­ como los gastos de hospedaje que semana a semana se invierte en la campaña nacional de un partido así­ como en las diferentes campañas en los 333 municipios.

Asimismo, se trata de interpretar que las donaciones en especie como pueden ser helicópteros, playeras, gorras y demás no son parte del conjunto de gasto, todo lo cual es inadecuado por cuanto el techo y la suma de los gastos tienen que comprender hasta el último centavo que en efectivo o en especie se recibe y se gasta o regala en mí­tines.

Igual que se hace por las autoridades en los deportes, la violación del techo de gastos es una graví­sima falta y si una mano o un fabol grosero es motivo de expulsión de un deportista y otras faltas del entrenador o del equipo significa su suspensión por uno o varios partidos e incluso en las olimpiadas conlleva perder una medalla olí­mpica a quienes toman esteroides. El no respetar el techo de gastos legalmente autorizados para un partido deberí­a significar la anulación de su participación electoral a un binomio presidencial que hubiera triunfado en la primera vuelta su elección serí­a nula ipso jure porque violó tan importante disposición que es y debe ser el techo de gastos de campaña, además, faltó a las reglas legales y éticas de competencia, en detrimento de los otros binomios y partidos que compiten.

Si en el mes de julio algunos partidos polí­ticos están sobre el monto de gasto máximo, es obvio que si se le suma lo erogado en agosto y los dí­as de campaña de septiembre, gastarán por lo menos un 20% adicional a lo que han gastado, ya que igual a un velocista en el último trecho aumenta la intensidad de la carrera, lo mismo ocurre con el gasto de mí­tines en comparación del resto de los meses anteriores, ya no digamos el dí­a de la elección que sin duda alguna es el dí­a más caro, más oneroso que tienen todos los partidos polí­ticos por cuanto tienen que pagarle a cada uno de los fiscales un sueldo o un viático, darles alimentación de por lo menos tres tiempos de comida, habilitar transporte para sus simpatizantes y votantes en los 333 municipios, todo lo cual implica millones de millones en un solo dí­a.

Si a ello le agregamos lo que gastaron en la precampaña, perfectamente puede estimarse que alguno de los partidos polí­ticos rebasaron en un ciento por ciento el techo legalmente establecido como gasto máximo en la campaña electoral.

En sus declaraciones la Presidenta del TSE manifiesta que la Ley Electoral y de Partidos Polí­ticos debe de modificarse y establecerse serias sanciones para quienes no respeten el techo de gasto en una campaña electoral, que tan pronto como quede integrado el nuevo Congreso ella buscará reunirse con todos los diputados para que esta situación sea prevista en la ley.
Continuará.