EL FORTALECIMIENTO DE LA LEY, EN EL DERECHO APLICABLE Y HONOR A QUIEN HONOR MERECE


Es de congratular el homenaje que recibió la Fiscal General del Ministerio Publico, licenciada CLAUDIA PAZ Y PAZ, según medios de comunicación International Crisis Group, que reconoce el desarrollo en materia de la aplicación de la Ley, su fortalecimiento y credibilidad, con bases sólidas en un país conflictivo como el nuestro.

Jesús Alvizures, A-1 606839

 


El reconocimiento fue anunciado para 16 de diciembre 2011 y sería   entregado por la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, en Nueva York, e imaginamos su amplia labor en dictar mecanismos a las distintas Fiscalías para perseguir y esclarecer la presunción de delito, el cual en nuestro medio a cada momento se comete y de muchos años ha reinado la impunidad, la aplicación de la Ley no existía por negligencia o por falta de un equipo técnico que pudiera esclarecer un crimen,

Yo, en 2005 fui víctima de un atropello, mutilación de la vida de un hijo y este ente de la Ley nada había podido hacer en contra de los culpables, me refiero al caso 50357 – 2005 y por fin ahora bajo la dirección de una mujer con visión aplicativa de la LEY el caso ha llegado a su fin y ha sido resuelto con investigaciones de prueba bien documentados.

Un efusivo agradecimiento y reconocimiento a todos quienes coadyuvaron a que este caso no quedara en el anonimato como tantos otros que se encuentran en casos sin resolver, me refiero específicamente a la Fiscal General y Fiscales del MP Así como a los Jueces que han venido conociendo los por menores de este asesinato.

Se felicita el logro alcanzado para que la Ley ya no siga siendo letra muerta en el papel y se restablezca el Estado de Derecho credibilidad de este importante Órgano investigativo que perdió la confianza del ciudadano, por su retardo aun habiendo elementos de prueba y las malas prácticas acomodativas y la injerencia de abogados sin ética profesional que les gusta retorcer la Ley.

La Ley es la Ley, y debe aplicarse sin recato en contra de quienes le han violado y han querido gozar de impunidad, agarrándose de un asta sin bandera.