Jean-Franí§ois Lyotard (1924- 1998), filósofo francés, y uno de los cimentadores de la posmodernidad, propuso su teoría de las metanarrativas, las cuales se pueden definir con esquemas totalizadores que se organizan con tal de explicar conocimientos y experiencias.
Aunque la definición es muy confusa, en la práctica significa que los grupos hegemónicos o los sectores de poder, a lo largo de la historia, han acaparado el «conocimiento» con tal de hacer creer a los subordinados, a los reprimidos y a los conquistados «sus verdades», es decir, las de los poderosos.
Por ejemplo, ahora ya nadie creería el argumento de que una persona, por derecho divino, está destinada a reinar en un territorio, y que sus hijos son los únicos que tienen derecho a esa sucesión, como se argumentó durante toda la Edad Media y el Renacimiento.
í‰sta y otras podrían considerarse como metanarrativas. Para Lyotard, los tiempos actuales se caracterizan, en parte, porque la gente ya no cree en las metanarrativas.
Este concepto reflejado en el arte dio paso a botar por completo todas las creencias que se tenían como preceptiva de arte. En cuanto a la literatura, se dejó de pensar en ella en su patrón occidental. Se revisó la concepción de las letras, y se pudo observar que años atrás se consideraba literatura casi exclusivamente la que se producía en Europa, o la que, al menos, siguiera el patrón europeo.
De ahí viene el deseo de revisar los testimonios escritos (y hasta los no escritos) y replantear el concepto «literatura». La literatura indígena se enmarca en este contexto; si no fuera por Lyotard (y por otros filósofos posmodernos), aún seguiría sin estudiarse, por considerarse fuera del canon occidental, considerado ahora como una metanarrativa.
Mario Cordero