Los registros más claros del inicio de la violencia en el transporte público se remontan al año 2000, con reportes de uno o dos asaltos diarios; el problema evolucionó, hasta que en 2006 ya se trataba de extorsiones y asesinatos, y en 2007, en plena campaña electoral, cuando los contendientes más fuertes en la carrera por la Presidencia eran Otto Pérez Molina y Álvaro Colom, la inseguridad recrudecía, hasta que llegó al punto más cruento durante 2009.
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En 2012, el fenómeno parece evolucionar y aunque se registran menos ataques a las unidades de transporte, ahora aumentan los casos de violencia en los taxis.
La inseguridad en el transporte público se clasificó como un problema gubernamental desde hace doce años aproximadamente, cuando se reportaban de forma inusual asaltos a los conductores y usuarios en el transporte público.
Con el paso del tiempo –específicamente en 2006–, según fuentes policiales, se conformaron estructuras delictivas que más allá de conformarse con los atracos, buscaban un ingreso fijo a través del uso de la fuerza, por lo que “incursionaron” en la extorsión, un fenómeno delincuencial que a la fecha ningún gobierno ha logrado erradicar de raíz.
De acuerdo con Luis Gómez, representante de la Asociación de Transportistas Urbanos, es evidente cómo la situación de violencia se fue recrudeciendo con el paso del tiempo, al punto de cobrar la vida de cientos de víctimas, entre conductores, ayudantes y pasajeros, así como guardias de seguridad.
“La violencia nos empezó a afectar en 2000, pero en 2006 la amenaza es directa contra los pilotos; coincidimos que 2009 se convierte en el año más violento, por lo menos para el transporte urbano”, refiere Gómez.
De acuerdo con la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), que trabaja con estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC), el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) –que analiza las publicaciones de los medios de comunicación y otras instituciones, como la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano (AUTUE)–, la violencia causó la muerte de mil 188 pilotos, ayudantes, usuarios y guardias de seguridad, entre el 2007 y el 2012
Las muertes inician específicamente en 2006, según las diferentes organizaciones e instancias involucradas en el tema; la situación empeora en 2007, durante la campaña electoral, cuando se visualiza a los contendientes más fuertes por la Presidencia, el ahora expresidente Álvaro Colom y el actual mandatario, Otto Pérez Molina.
En 2007 la PDH cuantificaba 122 asesinatos, de los cuales 68 correspondían a pilotos del transporte público, 27 ayudantes y 27 pasajeros.
Pocos imaginaban entonces que esa cifra recrudecería con el paso de los años, alcanzando cifras altas y preocupantes, aunque según Gamaliel Chin, de la Gremial de Transportistas Extraurbanos de Rutas Cortas, es posible que el número de víctimas todavía sea mayor.
“Muchas de las agresiones que se causaron a los medios de transporte no fueron levantadas como estadísticas, por eso coincidimos en un 85 por ciento con las cifras que usted menciona”, refiere Chin.
El 14 de enero de 2008 asumió como presidente Álvaro Colom, y como si se tratara de una guerra sin tregua, inicia una imparable ola de violencia en el transporte público, que alcanza niveles récord.
Según las estadísticas, en 2008 fueron asesinadas 206 personas en el transporte público; en 2009 fueron 295, mientras que en 2010 la cifra fue de 284, y en 2011 alcanzó a 232 víctimas.
El año 2009 ocurre el mayor número de incidentes violentos en las unidades de transporte colectivo; en 2010, desciende el número de víctimas, pero los ataques son cometidos con mayor planificación y saña, al punto que los atacantes utilizan explosivos.
El 5 de enero de 2010, delincuentes lanzaron una granada de fragmentación contra un bus pullman de la empresa Rey de Reyes, en la novena avenida y 15 calle de la zona uno; el atentado dejó a varios heridos de gravedad, y marcó una nueva etapa de terror con la utilización de explosivos, que continuó durante todo ese año.
Sin embargo, el ataque más mortífero ocurrió el 3 de enero de 2011; según las autoridades, desde la cárcel el exsargento del Ejército, Gustavo Adolfo Pirir, alias el “Hammer”, planificó un atentado con una bomba incendiaria contra un bus de las Rutas Quetzal, que provocó la muerte de 9 personas, entre ellas 3 niños y un adulto mayor.
SECUELAS DE LA CRIMINALIDAD
Debido a la ola de violencia, que afectó los últimos años, miles de niños y niñas quedaron en orfandad, con escasa o nula ayuda por parte del Estado. De acuerdo con la Asociación de Viudas de Pilotos, a la fecha se registran mil 600 niños, niñas y adolescentes huérfanos de padre; de esos, 50 también perdieron a su progenitora.
La situación de desamparo en que quedaban los niños, hijos de pilotos del transporte público, obligó a la Secretaría de Bienestar Social (SBS) a entregar Q300 a cada infante a partir de 2010, sin embargo la asistencia no ha sido puntual hasta ahora.
La administración de Álvaro Colom habría decidido aportar este monto a las viudas y niñez en orfandad, tomando en cuenta que durante su gestión se incrementó el número de víctimas.
Actualmente esta responsabilidad pasaría a manos de la nueva representante de Bienestar Social, Flora Ramos, a quien se le intentó contactar en reiteradas ocasiones para saber la ruta que seguiría en este tema, sin embargo, se excusó de estar en una reunión y no atendió a La Hora.
PERSISTEN ASALTOS Y EXTORSIONES
Tras el incidente con el artefacto explosivo del 3 de enero de 2011, hubo una evidente baja en los índices de violencia contra pilotos, ayudantes y usuarios; el descenso persiste en 2012, con la llegada del gobierno de Otto Pérez Molina.
A la fecha, las diferentes instituciones reportan 49 personas asesinadas en el transporte urbano y extraurbano. Édgar Guerra, presidente de AUTUE, reconoce que las muertes violentas han bajado, pero señala que aún persisten los asaltos y las extorsiones.
“Hay 60 asaltos diarios registrados, aunque reconocemos que es un subregistro, porque no todas las personas denuncian. Los atracos ocurren en las rutas 203, 40R, 7, 10, 22, 3, así como en los buses de Villa Canales, Villa Nueva, San Miguel Petapa y Palencia”, refiere Guerra.
A criterio del entrevistado, esto se debe a que los conductores de las unidades de transporte todavía manejan dinero en efectivo, por lo que propone la implementación de un sistema prepago y mayor atención de las fuerzas de seguridad en las rutas afectadas.
Por aparte, Gamaliel Chin indica que los buses extraurbanos de rutas cortas continúan pagando extorsiones.
“Las extorsiones se mantienen y en muchos lugares aumentan. Estimo que estamos pagando, algo muy cercano a los tres cuartos de millón de quetzales todavía, a pesar de los fuertes esfuerzos que se han hecho; lamentablemente tenemos escenarios todavía no cuantificados”, indica Chin.
TRASLADO A LOS TAXIS
Estadísticas de los cuerpos de socorro, del GAM y AUTUE, indican que en 2012 han sido asesinados 15 pilotos de taxis y una usuaria.
Los crímenes han ocurrido en Ciudad Real, Bárcenas, Villa Nueva; zona 18 y zona 5 de Mixco; La Florida, zona 19; zona 1 de Boca del Monte, y en el kilómetro 20.3 de la ruta a Ciudad Quetzal.
Las autoridades prestaron atención a estos crímenes a partir del 10 de mayo, tiempo en el que fueron asesinadas al menos 6 personas en estos vehículos.
Un investigador del Departamento de Delitos contra la Vida, de la PNC, explicó que esta situación los ha alertado, pues no es común que ocurran tantos crímenes contra un sector en específico.
Según las pesquisas, los principales móviles de los crímenes responden a asaltos y extorsiones –precisamente, de la misma manera como inicia el fenómeno en el transporte público colectivo–.
Por aparte, el viceministro de Seguridad, Julio Rivera Clavería, indicó que las maras podrían estar tras la muerte de estas personas, pero, todos los esfuerzos están encaminados a erradicar esas acciones.
El funcionario indicó que esta situación es controlada, para evitar que alcance los niveles de violencia que se suscitaron en el transporte público.
“En algunos momentos puede irse repitiendo, por el no pago de extorsiones, producto de pugnas, o lo que sea, lo que le puedo asegurar es que la investigación va por la línea correcta, aunque no puedo adelantarle mucho porque significa poner sobre aviso a estas bandas, que más que bandas son maras”, concluyó el Viceministro.
La Hora, entrevistó recientemente a varios conductores de taxis, que se ubican en la colonia La Florida, en la zona 19, quienes pidieron a las autoridades prestar atención a su situación, pues temen convertirse en el nuevo blanco de ataque de los grupos delictivos.
Édgar Guerra
AUTUE
De acuerdo con la Asociación de Viudas de Pilotos, a la fecha se registran mil 600 niños, niñas y adolescentes huérfanos de padre; de esos, 50 también perdieron a su progenitora.