El favor de Mr. Bolton


Mientras el Canciller guatemalteco trataba de defender la decisión de Guatemala al apoyar a Panamá como un triunfo diplomático propio, porque permitió a nuestro paí­s ganar todas las votaciones aun sin obtener la mayorí­a calificada que hací­a falta, el señor John Bolton, embajador de Estados Unidos en la ONU, se encargaba de pasearse en todo, definiendo las cosas en su justa dimensión. Al fin y al cabo a Washington la aspiración legí­tima de Guatemala, manifestada hace más de cuatro años y cuando Venezuela ni aspiraba al Consejo de Seguridad, simplemente terminó siendo lo que dijo Bolton, es decir, un instrumento usado mientras le convino a Estados Unidos para impedir el triunfo venezolano. «La derrota de Venezuela cumple básicamente nuestro objetivo», dijo el poco diplomático embajador norteamericano.


Por ello es que Guatemala ha dado una enorme prueba de candidez porque pensó durante buena parte del proceso que ese apoyo de Estados Unidos era prueba de lealtad, de compromiso y que realmente era por las virtudes de Guatemala. Fue un apoyo para joder a Venezuela y punto, pero de paso se llevó entre las patas a Guatemala porque dimos muestras de sumisión al jugar un papel de comparsa de la polí­tica exterior de Estados Unidos. Ya desde el primer estancamiento tuvimos información de primera mano de la actitud de Estados Unidos que muy rápido empezó a pensar en una candidatura de «consenso», porque al fin y al cabo a ellos les importaba un pepino si Guatemala triunfaba o no. Bolton lo dijo claramente, su objetivo era derrocar a Venezuela.

Guatemala tendrá que definir de mejor forma su polí­tica exterior si quiere volver a presentar su candidatura, puesto que no podemos volver a presentarnos como el instrumento de Washington. Apoyar a Panamá ahora fue una salida adecuada, sobre todo por el papel de la República Dominicana al irse a ofrecer a Bush y por lo que puede representar en negociación de cara a la refinerí­a que el gobierno de Berger quiere instalar aquí­.

Pero no hablemos de madurez cuando lo que hubo fue supina ingenuidad, demostrada cuando el mismo Presidente invitó a almorzar al embajador de Estados Unidos para pedirle que dirigieran el esfuerzo de llevar a Guatemala al Consejo de Seguridad. Y si alguna duda hubo de cómo nos vieron los norteamericanos, Bolton la despejó radicalmente al decir que su objetivo no era llevar a Guatemala al Consejo. Su objetivo era impedir el triunfo de Venezuela y fuimos el instrumento para alcanzar ese resultado.

La cancillerí­a puede maquillar como quiera el resultado final, pero Bolton, el hombre rústico que no entiende de diplomacia le puso la tapa al pomo al debate. Guatemala fue el instrumento que Washington usó para lograr su objetivo básico y por mucho que ahora se adorne como muestra de madurez nuestro retiro, como dijimos el lunes, nos retiraron cuando EUA zafó el hombro y negoció con la Dominicana.