EL FABULOSO LENGUAJE PLÁSTICO DE DONIEL ESPINOZA


cul6_8

En el nuevo trabajo de Doniel Espinoza se confirma la vocación narrativa de su lenguaje plástico y, dentro de él, el importante papel que juega el dibujo como medio y fundamento de la inagotable creatividad de su imaginación.

Por Juan B. Juárez

El fluido dominio del dibujo, en efecto, es lo que le permite, por un lado, dar forma sensible a lo que en el interior de su espíritu se manifiesta como impulso y como energía y, por otro, seguir puntualmente los itinerarios imprevistos que la imaginación le dicta a los hallazgos formales y expresivos.

En manos de Doniel, sin embargo, el lenguaje narrativo, la imaginación fértil e inagotable y el dibujo ágil, poético y conceptual no están al servicio de la literatura y de la invención de fábulas sino para en algo más elemental y que también hunde sus raíces en el mito: el juego, que en su obra tiene el carácter de una provocación irresistible.  Allí están los personajes bien definidos con líneas gráciles y espontáneas, contenidos dentro de un círculo o una burbuja, prestos a interpretar con virtuosismo el “solo” fulgurante y mágico que les corresponde dentro de una historia que todavía no está contada, sino apenas insinuada en los títulos entre tiernos y fascinantes, ejerciendo sobre el espectador la misma provocación irresistible que la madeja de lana ejerce sobre el gato.

El juego creativo que supone desmadejar historias, cuentos, fábulas y mitos a partir de los cuadros de Doniel no sólo convoca a los posibles jugadores sino también delimita la atmósfera emotiva y el espacio afectivo en el que debe jugarse.  Y en el ámbito familiar, el juego que propone el artista no sólo supone el vínculo que existe entre los que participan de la creación sino que además establece otros nuevos que se derivan de las historias y fábulas imaginadas en común y que se resuelven como imaginario y como identidad colectivos.

Ni el propio autor ha podido eludir del todo el desafío lúdico que plantea cada una de sus imágenes, y en algunos cuadros, quizás a manera de ejemplo, ha ensayado alguna solución siguiendo las indicaciones contenidas en los títulos, los personajes y los colores, porque también el color es un elemento disponible para la dinámica que cada espectador le imprima al juego.  En estos casos, las soluciones de Doniel Espinoza, jugador y creador del juego, son deslumbrantes: historias tiernas como sueños de niños, encarnadas por personajes mágicos y fulgurantes, cuyas resonancias poéticas llenan suave o intensamente el espacio del cuadro, de la imaginación y de la vida.