El extraño caso del Dr. Jekyll Vargas y Mr. Hyde Llosa –


La calidad literaria -artí­stica y técnica- de la obra novelí­stica, cuentí­stica, ensayí­stica y erudita del doctor Jekyll Vargas es evidente e indudable. íšnicamente la ignorancia, la estulticia y/o la mala fe podrí­an cuestionarlas. Y bien merecidos tiene todos los premios literarios de la Ví­a Láctea y áreas aledañas.

René Leiva

Pero sucede que el eximio doctor Jekyll Vargas posee el don del desdoblamiento, tiene un alma gemela, un álter ego, una sombra siniestra, un trasunto aberrante, conocido como mister Hyde Llosa, aunque con similares cualidades escriturales, el cual elabora muy difundidos textos de contenido polí­tico ideológico neoliberal, ofensivos y escamoteadores de la verdad, dirigidos en especial a gobiernos y lí­deres polí­ticos no alineados ni alienados con el peor imperialismo que ha existido nunca.

Enfermo crónico de anticastrismo, con una severa patologí­a anticomunista-antisocialista, mister Hyde Llosa -admirador de Margaret, Tatcher y Ronald Reagan- nunca menciona en sus artí­culos periodí­sticos al poder económico y polí­tico de las grandes corporaciones y las transnacionales, a la industria militar y energética mundial (casi todas en manos de judí­os).

Aboga por el individualismo y el egoí­smo, pilares de la «libertad» occidental.

Pero es mentira que a mister Hyde Llosa la CIA y el Departamento de Estado le abonan algún dinerillo. í‰l lo hace gratis. Es partidario del pensamiento único y la homogeneización ideológica-polí­tica-económica. En teorí­a, también deberí­a ser «ciudadano americano». ¿O sí­ lo es, virtual? El premio Nobel lo «sorprendió» en plena aorta del corazón del imperio.

Para el caso Gerardi, por ejemplo, se mostró inclinado por las versiones paramilitares guatemaltecas y extranjeras. Hizo turismo bélico en el recién invadido Irak. Es más sionista que Ariel Sharon.

Aunque resulta obvio que los premios literarios han sido conferidos al doctor Jekyll Vargas, parece que es mister Hyde Llosa quien más los aprovecha y cree ser el que por sus méritos ideológicos los merece (y por aparte, la derecha iletrada latinoamericana es al ente que más admira, por supuesto). Tiene un doctorado honorario, entre varios cientos, por la Francis Marrokyn University.

Más, por fortuna, mister Hyde Llosa nació tarado, es estéril, una excrecencia histórica más bien pasajera. Si bien ha hecho mucho ruido, en realidad es el eco de voces trilladas y decrépitas. (Está claro que mientras el doctor Jekyll Vargas pesa una tonelada, por lo menos, mister Hyde Llosa tiene una levedad de medio gramo escaso. Ello en la báscula del espí­ritu.)

En fin, se espera que sea Jekyll Vargas, y no Hyde Llosa (ni su sombra), quien pronuncie el genial discurso durante la ceremonia solemne de entrega del premio que consagra a los desdichados y famosos.

(Con información de Robert Louis Stevenson.)