El empleo y los salarios según los números


Edgar-Balsells

El pasado lunes el Instituto Nacional de Estadística –INE– presentó los resultados de la denominada “primera Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos –ENEI– del año 2013. Lo primero que resalta es que el número de almas que sostienen a las demás que no laboran es de 5.9 millones, quienes en términos técnicos son llamados “Población Económicamente Activa” –PEA–.

Edgar Balsells


Según reportaje, publicado en La Hora, y escrito por Manuel Rodríguez, se señala que de los encuestados tan sólo el 35 por ciento cuenta con un empleo formal, o bien un ingreso con prestaciones laborales; es decir que el restante 65 por ciento corresponde a lo que se conoce como “sector informal”, o bien como “cuenta propia” que es la definición que usan las Cuentas Nacionales, que son en el medio responsabilidad del Banco de Guatemala.

Por su parte, el día de ayer los matutinos revelan nueva información sobre la encuesta en torno a la cual todavía no hemos tenido acceso los analistas que nos ocupamos de estos menesteres. Se observa que las autoridades del INE se vanaglorian que el empleo formal haya aumentado unos cinco puntos, con respecto al año pasado, sin embargo los primeros análisis apuntan a mirar con ojo crítico estas estadísticas.
   
De acuerdo con unas primeras declaraciones de Luis Linares, exministro de Trabajo, y actual investigador de ASIES, explica que el aumento de la formalidad se debe, principalmente, al momento de la realización de la encuesta cuando cerca de 50 mil trabajadores temporales de la caña de azúcar se suman a la población formal, por un tiempo, en virtud de que en base a su esfuerzo se obtienen los resultados de la cosecha de este monocultivo. Linares indica además que: “no pasa lo mismo en el caso de los empleados de café, que trabajan de septiembre a abril, donde hay evasión del Seguro Social” (Siglo Veintiuno, martes, 1 de octubre).

Según los resultados de la ENEI el 80 por ciento de la población gana menos de Q4,742; mientras que en la agricultura el salario promedio asciende a Q1,101, tema éste que se atribuye a la escasa calificación de la fuerza de trabajo en general, pues según datos de la encuesta, tan sólo el 2.9 por ciento de la población terminó sus estudios universitarios, y el 3.1 por ciento sigue estudiando alguna carrera.

Otro dato interesante es que más de un 40 por ciento de la población en edad de trabajar tiene tan sólo estudios de educación primaria, encontrándose en el área metropolitana principalmente el grueso de la población que tiene los empleos más calificados.

A estos datos hay que añadir que el índice de inflación de comida, en lo que va del año 2013 ya rebasó los dos dígitos de crecimiento y que estamos a la espera de los datos sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto en los meses que corren en el 2013 para evaluar los comportamientos per cápita que son tan necesarios para evaluar nuestra situación en términos relativos.
Mucho que hablar en referencia a políticas de empleo e ingresos en Guatemala, tema éste que constituye el objetivo fundamental de todas las políticas económicas y sociales en cualquier país del mundo. Es decir que, el objeto del interés público en cualquier latitud civilizada se mide por la mejora de tales indicadores.