El Director, líder educativo y el acoso escolar


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Hace unos días encontré en mi correo electrónico algunos ejemplos de resultados del proceso educativo. Hago la salvedad de que son ejemplos, estoy seguro que no son la mayoría.

Raymond J. Wennier


A una candidata en un concurso de belleza le preguntan “¿Qué opina del Muro de Berlín?” Su respuesta es: “Antes que nada buenas noches, ala, qué vergüenza, pero la verdad no tengo a Berlín en mi facebook, entonces, no he visto su muro todavía pero lo voy a agregar” Otra: “¿Qué sabe usted sobre la gelatina? Bueno, en el colegio sólo me enseñaban sobre la “i” latina y la “y” griega pero de la “g” latina nunca había escuchado o sea, no sé cual es esa letra”. La última: “¿En qué partes de su departamento se da el café? Muy buenas noches miembros del jurado y público presente, el café en mi bello departamento se da en rezos, en los velorios y principalmente en las cafeterías”.

Después de reír o de llorar, dependiendo de su punto de vista, entro en materia. Según mi criterio hay varios tipos de Directores Escolares en Guatemala. Está el director que además de vigilar la buena marcha de la escuela, en lo logístico, tiene que impartir una o más materias. Cuando el Supervisor lo llama para asistir a una sesión, tiene que dejar sus obligaciones a otro maestro. Entonces, hay dos personas que no están tiempo completo en sus puestos.

Está el director que es netamente administrativo, que abre las puertas de la escuela, que chequea que todos los maestros estén presentes, que toca el timbre para que los alumnos entren a clase. Luego va a su oficina a revisar documentos, revisar expedientes, llenar formularios para la supervisión y reparte material didáctico a un maestro. Otro maestro envió a un niño a la dirección porque le contestó mal y le pide que lo sancione. Llega un padre de familia que quiere hablar con el director. Es hora de recreo, no puede concentrase en lo que hace por la bulla de los niños y además tiene que atender a un niño golpeado. Creo que se podrían anotar otras actividades que ocupan la jornada escolar del director administrativo.

Está el director al que le han puesto el calificativo de “Director, líder educativo”. Este es el que ha sido educado y entrenado en habilidades de procesos, ver causa y efecto, además de crecer y desarrollarse personalmente. Tiene que preocuparse de la excelencia del proceso de aprendizaje, el mejoramiento de las funciones en el aula, ser el recurso humano que ayuda a los maestros en su planificación de clases, que prepara talleres de capacitación con frecuencia para asegurarse que los maestros son capacitados en el servicio; también motiva y provoca el pensamiento de ideas nuevas y a escuchar propuestas diferentes que presentan los maestros. El líder educativo es aquel que demuestra una actitud de ayuda a otros, a trabajar hacia metas comunes. Tanto con los maestros como con los alumnos sabe como estimular el talento creativo, también inspira, motiva e incentiva a los demás.

El líder educativo asume el reto de satisfacer las necesidades en lo académico, lo práctico y lo emocional en los alumnos, los maestros y los padres de familia. Debe estar en búsqueda constante de nuevos métodos y nuevas formas de organización de la enseñanza/aprendizaje, de evaluar y demás aspectos que demanda el educar. Eso requiere flexibilidad y respuestas creativas. ¡Tiempo-tiempo precioso!

Ser el agente de innovación es la esencia del líder educativo, es decir, tener la seguridad en sí mismo para permitir el progreso de su comunidad educativa. Las fuerzas más importantes de ese tipo de liderazgo, son: Tener una mente abierta, oídos atentos y ojos observadores. Sabemos que necesitamos de los directores como cabeza de una escuela o de un “cluster” de escuelas, especialmente en las áreas rurales. Para hacer todo lo anterior, es necesaria una transformación del sistema escolar. Me pregunto: ¿Cómo se preparan, ahora, los candidatos a directores académicos y administrativos para el puesto en las escuelas públicas y puedan mejorar el funcionamiento necesario para este siglo?

Me ha llevado mucho espacio definir el papel indispensable de un director escolar, actual. Cualesquiera sean las funciones que llene, el director debe atender el problema del acoso escolar a los alumnos. El “bullying”. Desde que los niños asisten a la escuela, es el papel del director, ser el líder que busca como aplicar estrategias para resolver ese “mal” que está presente cada vez más, en las escuelas de todo nivel socioeconómico. Conocemos los datos del problema; ahora es urgente proponer que pueden hacer los maestros, los alumnos y los padres de familia para combatir el acoso escolar. El director tiene que trabajar con el claustro para que en su planificación incluyan la discusión del tema de “bullying” en el aula, con los alumnos y cómo enseñar cooperación, respeto de unos compañeros hacia otros y hacia sus maestros (el acoso también puede venir de los maestros y de los padres de familia), los valores que hace falta enfatizar hoy día. El director, líder educativo, tiene que ayudar a los maestros a desarrollar un plan de “qué hacer si…”, a escuchar y observar el comportamiento fuera del aula, en los campos de juego, en los corredores, en los baños.

Los directores, líderes educativos, tienen que crear un punto curricular que enseñe a sus alumnos a tener seguridad en sí mismos para lograr las metas que se han propuesto con la ayuda de sus maestros. El director, líder educativo, tiene que preparar un currículo para trabajar con los padres de familia, que incluya como escuchar a los hijos en casa (comunicación), a observar los cambios o señales de que algo diferente de lo acostumbrado está sucediendo a sus hijos; los cambios conductuales son significativos. ¿Llegan con golpes que no pueden explicar? ¿No quieren hablar de la escuela y mucho menos asistir? Estos son sólo dos ejemplos a observar.

La preparación del Director Escolar hoy día, tiene que ser mucho más amplia y profunda. Necesitamos Directores, líderes educativos.