La aprobación del Presupuesto General de la Nación constituye el primer paso efectivo de la Unidad Nacional de la Esperanza como partido oficial, puesto que logró un amplio consenso de las diferentes bancadas para hacerlo. Sin embargo, hay que ver que en el mismo hay muchos elementos que pueden resultar altamente comprometedores porque indican una tendencia al clientelismo como se puede ver con ese quedar bien con tantas Organizaciones No Gubernamentales que, sin qué ni para qué, recibieron una especie de millonario aguinaldo de parte del nuevo oficialismo.
Creemos que es importante determinar qué hace cada una de esas entidades para ver cuáles son los compromisos adquiridos por el nuevo gobierno y con quiénes trata de quedar bien. La lista es tan larga como la cantidad de millones asignados, y por supuesto que en esos casos no se harán transferencias desde el Ejecutivo, porque si se asignó una cantidad específica a favor de entidades también muy concretas, por algo será y si acaso alguien tratara de reducir la asignación, vendrían retopadas de envergadura.
No se puede administrar un país con ese criterio de andar repartiendo el dinero de los contribuyentes con tal liberalidad. Cierto es que uno de los mecanismos idóneos de la administración es la descentralización de funciones pero para lograrlo hay que trabajar con las municipalidades y no con entidades no gubernamentales que no están sujetas a una correcta fiscalización. No podemos generalizar, pero se sabe que muchas de esas organizaciones se convierten en medio de vida para sus creadores que encuentran en ellas el mecanismo para agenciarse de recursos para vivir holgadamente. Existen abundantes estudios sobre el balance entre el beneficio y el perjuicio que puedan causar las ONG´s cuando operan manejando millones que no están sujetos a los controles adecuados.
Creemos que es importante que el Presidente electo revise todas y cada una de las asignaciones que se otorgaron a las Organizaciones No Gubernamentales que aparecen en el aprobado dictamen que dio vida al Presupuesto, porque de una u otra manera al final de cuentas el responsable de la ejecución del gasto será el Ejecutivo y la población, cuando cuestione por qué se dio dinero a fulano o zutano, no pensará que fue una decisión del Presidente de la Comisión de Finanzas, sino parte de un acuerdo con todo el oficialismo.
Y repetimos el concepto de que no basta con ser honrado sino que hay que aparentarlo. Cuando se vea qué hacen esas ONG´s y, sobre todo, quiénes son los que están atrás de cada una de ellas, veremos que habrá razones de sobra para pensar en que estamos frente a un escandaloso caso de clientelismo.