Dentro del proceso de las elecciones se observa a casi todos los candidatos responder a diferentes problemáticas existentes en el país; por supuesto todos saben de todo, pero lo más seguro es que pocos o ninguno tiene un manejo apropiado sobre determinados temas, aunque obviamente durante la campaña responden a todas las preguntas haciendo uso de su retórica más que su conocimiento.
Uno de los temas recurrentes para las personas y que es uno de sus mayores problemas es el empleo, el cual resulta un hecho irrefutable, pues la situación de empleo constituye una condición imprescindible para las personas, en donde además de ganar experiencia y conocimiento específico, se obtiene como retribución lógica un salario o un sueldo o los honorarios derivados de un contrato y con ello se pueden cubrir las necesidades esenciales de las personas como educación, vivienda, alimentación y salud, aunque la frialdad de las cifras señala lo contrario.
En Guatemala, la situación del empleo es todavía una incógnita, a partir que las estadísticas han estado escasas al respecto; sin embargo, el INE presentó las recientes estadísticas de empleo de la ENEI 2010, que demuestran que el desempleo total constituye un 3.52% sobre la población económicamente activa, pero que el problema del subempleo es uno de los mayores problemas pues constituye de un 21.0% sobre la base de la PEA y que dicha tasa ha venido creciendo paulatinamente desde el 2003.
La situación del subempleo constituye la expresión de una realidad social del país; el mercado laboral formal no es suficiente para absorber la mano de obra que se incorpora al trabajo y por lo tanto muchas personas se ven prácticamente compelidas, por exclusión, a incorporarse a realizar actividades laborales parciales, o de baja escala o diferentes a la formación educativa que tuvieron durante varios años.
El subempleo se registra mayormente como el denominado sector informal que como fenómeno de la exclusión social, las personas buscan a partir de la necesidad de cubrir sus necesidades fundamentales y las de sus familias.
Si partimos que según datos del Informe Nacional de Desarrollo Humano del 2007, en Guatemala en el año 2006 se tienen datos que existen 1.9 millones de pobres extremos y 6.5 millones de pobres, y de éstos últimos, 1.6 millones se encuentran ubicados en el área urbana y 1.5 millones son indígenas.
Adicionalmente, según el mismo informe, en 2006 se calculaba la informalidad en 71.3% del total de la población total ocupada, en donde el 75.7% son mujeres; 85.1% del sector informal se ubica en el área rural; el 85.9 % son indígenas y 92.1% se ubica en niños y jóvenes que se encuentran entre 10 y 17 años.
Para profundizar más en este problema, se tiene que en el 2006, el 62.7% de las personas sobre la población total ocupada, trabajaba en empresas menores de 6 trabajadores; 81.2% de estas personas no contaban con el seguro social y 82.7% se encontraba trabajando sin contrato.
Entonces la realidad de las cifras de empleo en este país demuestran que efectivamente se tiene una gran carencia del mismo y ahí ni siquiera se entra a las consideraciones relativas a la calidad de la mano de obra y la necesidad de su capacitación para mejorarla y hacerla competitiva.
Entonces candidatos ¿de qué oportunidad de empleo están hablando?