El dilema de legalizar las drogas


Por el territorio guatemalteco transita la droga cotidianamente y en los últimos meses se ha convertido en escenario de hechos violentos protagonizados por grupos de narcotraficantes; aunque haya una fuerte inyección económica -sobre todo el proveniente de Estados Unidos-, para el combate a los carteles y para la prevención del consumo, la situación se agudiza cada vez, por lo que mucho se discute sobre la viabilidad para legalizar los narcóticos.

Mariela Castañon
lahora@lahora.com.gt

Según los expertos, existe un antes y un después desde que los narcosicarios «Zetas» provenientes de México, ocuparon tierras guatemaltecas. Previamente a sus acciones, la pelea por territorio era más local y no alcanzaba niveles de violencia como los registrados en los últimos dos años.

En los hechos sangrientos atribuidos a este grupo las ví­ctimas son múltiples y las caracterí­sticas similares: uso de armas de grueso calibre y un nutrido número de municiones. Los escasos operativos para contrarrestar esa guerra entre narcos, han revelado el tipo de arsenal que utilizan, similar al que incautan las autoridades mexicanas.

Entre las ví­ctimas del fuego cruzado, han caí­do también agentes de la Policí­a.

NACIONALES

En la guerra local por el dominio territorial, las fuerzas de seguridad habí­an identificado a cinco cárteles guatemaltecos, quienes operaban en distintos lugares y de los que se puede mencionar al cártel de Sayaxché que se mueve al Norte del paí­s, en Petén y las Verapaces; el cártel de Zacapa, que abarca la Costa Atlántica y el área de Izabal; las Calaveras, los Cara Dura y los Shumos, en la Barrio el Gallito, zona 3 capitalina, -que son tomados como un solo cártel por las fuerzas de seguridad-; así­ como el de Santa Lucí­a que abarca la costa sur, y el de San Marcos en Malacatán y Tecún Umán.

Aunque se conocí­a sobre el trasiego de droga, la deforestación para pistas clandestinas, el abandono de barcos en altamar y la construcción de carreteras, la situación no alcanzaba los niveles de violencia que actualmente se han suscitado.

Según expertos de la División de Análisis e Información Antinarcótica (DAIA), no habí­a «necesidad» de matarse unos con otros, porque todos respetaban su territorio, ninguno se atreví­a a «traicionarse», pues esto es uno de los valores más importantes dentro del crimen organizado.

Cuando los Zetas llegaron con la intención de apoderarse del territorio, iniciaron las disputas con los cárteles guatemaltecos, quienes no dejarí­an que se les arrebatara lo que, según ellos, era «suyo».

MUERTE Y VIOLENCIA

Se estima que fue a finales de 2007 cuando los «Zetas» llegaron a Guatemala, pero evidenciaron su presencia el 25 de marzo del año pasado, luego que se enfrentaran a tiros con narcos de este paí­s; en ese combate armado murieron once personas, entre ellas Juan José León, (a) «Juancho» León.

Los actos de violencia originados por este grupo continuaron en los próximos meses, el 6 de octubre de 2008, un grupo de narcotraficantes se enfrentó a tiros con las fuerzas castrenses, en Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, no se reportaron ví­ctimas.

El 30 de noviembre, en Agua Zarca, Santa Ana Huista, Huehuetenango, murieron 17 personas, a consecuencia de la disputa del territorio guatemalteco, informaron las autoridades policiales.

El 5 de marzo de 2009 dos agentes de la Policí­a Nacional Civil (PNC) y dos supuestos maleantes murieron tras un enfrentamiento armado que inició en Alta Verapaz y concluyó en el kilómetro 241 de la ruta Interamericana.

El 24 de abril en el kilómetro 30 de la ruta al Pací­fico, fueron abatidos cinco agentes de la DAIA, a manos de sicarios que huyeron con rumbo desconocido.

Las fuerzas de seguridad montaron varios operativos dí­as después, donde incautaron armas de grueso calibre y vehí­culos de gran blindaje.

El 28 de mayo un tiroteo en la aldea San Lorenzo, en Huehuetenango, alertó a la población sobre un enfrentamiento entre narcotraficantes, pues hombres armados a bordo de una camioneta agrí­cola de lujo lanzaron en la carretera los cadáveres de cuatro personas.

Un grupo de individuos que fue testigo del hecho detuvo el vehí­culo y asesinó a tres de los tripulantes, de los que se presume eran parte del grupo rival.

Dos de las ví­ctimas lanzadas del vehí­culo fueron identificados como Sergio Anselmo Pineda, supuesto agente de la PNC y Nelson José Solórzano de origen hondureño.

El Ministerio Público (MP) y la PNC destacan que estos hechos de violencia se caracterizan por dejar el saldo de varios muertos, porque forman parte de cárteles rivales y se asesinan con saña.

LOGíSTICA SOFISTICADA

Hasta el 16 de mayo las fuerzas de seguridad informaron que se han decomisado al narcotráfico Q15 mil 173 millones, en armas, drogas, vehí­culos y helicópteros.

Las armas son de calibre AK-47, M-16, AR-15 y granadas de fragmentación sofisticadas; mientras que los vehí­culos y helicópteros son lujosos y muy bien dotados; los narcóticos incautados son marihuana, cocaí­na y recientemente buena cantidad de pseudoefedrina, entre otras.

DELITOS

Según la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) los grupos del crimen organizado están detrás de grandes mafias, como el tráfico ilí­cito de armas, femicidios, tráfico de personas y venta de drogas.

Las autoridades del paí­s sostienen que los grupos de narcotraficantes son los mayores desestabilizadores de los hechos violentos suscitados en Guatemala, quienes buscan crear «pánico» en la población.

EL COMBATE

El 30 de junio de 2008 el acuerdo que da vida a la Iniciativa Mérida fue aceptado por el Congreso de Estados Unidos, con el fin de combatir el narcotráfico y el crimen organizado, como se considera que México es la ruta principal para transitar cocaí­na y otras drogas hacia Estados Unidos, a ese paí­s se le asignó una fuerte cantidad de dinero, sin embargo, Centro América y los paí­ses del Caribe también recibirí­an ayuda.

Por su parte, Guatemala se le ha otorgado insumos de parte del gobierno estadounidense para hacerle frente a este problema, de los cuales se puede mencionar cuatro helicópteros, especializaciones para investigadores asignados a la DAIA y apoyo de la agencia antidrogas estadounidense (NAS), principalmente en las incautaciones de droga, entre otras.

Las autoridades de este y del resto de paí­ses afectados, están conscientes que la situación puede ser controlada por medio de la unificación del esfuerzo regional, pues un paí­s solo no puede combatirlo, debido a que el narcotráfico y el crimen organizado se han fortalecido y extendido en varios lugares.

¿ES VIABLE LEGALIZAR LA DROGA?

La lucha contra este problema representa grandes inversiones de dinero, unificación de esfuerzos regionales y constantemente cobra vidas humanas, por lo que a criterio de personas de relevancia del paí­s, serí­a adecuado legalizar los narcóticos para evitar la problemática.

De acuerdo con Eduardo Stein, ex vicepresidente de Guatemala, mientras no se resuelva la demanda de narcóticos, es imposible resolver las dificultades que surgen en paí­ses de tránsito como Guatemala.

El ex funcionario indica que con la legalización se podrí­a manejar la situación y buscar mecanismo de educación y salud para el consumo.

«Tenemos el antecedente histórico del licor en Estados Unidos, nunca esa prohibición consiguió disminuir el consumo de alcohol pero sí­ creó serios problemas adicionales por el ámbito de ilegalidad que en ello ocurrí­a… algo parecido nos está pasando ahora, serí­a mucho mejor manejar abiertamente esa situación y controlar los hábitos de consumo a través de una buena educación y salud pública», dice.

A decir de Stein, si la actividad narcótica funcionara al margen de la ley, se podrí­a controlar las grandes cantidades de dinero que comanda el narcotráfico, así­ como el transporte, las comunicaciones y la «capacidad de fuego», con la que estos grupos cuentan.

A criterio del ex vicemandatario, aunque las drogas estén prohibidas, los jóvenes tienen acceso fácil para adquirirlas, mientras que si se legalizara se educarí­a a este sector de la población, y ellos y ellas estarí­an conscientes del peligro que corren al involucrarse con los narcóticos, por lo que su propia conciencia los mantendrí­a alejados del peligro.

«Hay que apostarle a la prevención»


í‰dgar Camargo, secretario ejecutivo de la Comisión Contra las Adicciones y el Tráfico Ilí­cito de Drogas (SECCATID), señala que de ninguna forma la legalización de los narcóticos puede solucionar el problema de consumo y violencia, pues es mejor apostar por la prevención y la unión familiar.

LA HORA: ¿Cree que es adecuado legalizar las drogas en el paí­s?

í‰DGAR CAMARGO.: No, serí­a una malí­sima decisión porque habrí­a libertad para que las drogas se adquirieran mucho más baratas y estarí­an al alcance de los jóvenes, lo que ocasionarí­a por ende, más personas adictas y también más personas drogadictas, así­ como muertos y heridos a causa de accidentes de tránsito; más peleas porque las personas que están bajo efectos de la droga son capaces de matar, de violar y de herir a una persona, estarí­amos mucho peor… aquí­ lo que hace falta es apostarle al ciento por ciento a la prevención, lamentablemente aquí­ no se ha gastado mucho en eso.

L:H.: ¿Cree que si se legalizan las drogas incrementarí­an los delitos?

E.G.: Definitivamente, las personas consumirí­an libremente y quién los va a parar; por ejemplo, si ellos van manejando un vehí­culo bajo efectos de alguna droga, no sólo se accidentan ellos, van a matar a terceras personas, de repente a una persona embarazada o una niña que va caminando.

L.H.: ¿Considera que si se legaliza la droga se terminarí­a la batalla por el territorio?

E.G.: No porque se disputarí­an el territorio libremente, traerí­a consecuencias más grandes o peores, más muertes violentas y disputas por territorio; todo el mundo va a querer involucrarse en la venta de las drogas.

L.H.: ¿Cuáles son los programas de prevención con los que cuentan?

E.G.: Actualmente tenemos varios que van en áreas de segmentos, del área pre-escolar hasta el área universitaria a través de unos programas que les denominamos «Mis Primeros Pasos», «Dare», «Proneti», «Haz Deporte y Vive sin Drogas», hay bastantes proyectos que nosotros estamos llevando a cabo con diferentes entidades, el problema en el área es que no ha existido una inversión, entonces los programas que se han podido llevar están muy sectorizados, no se alcanza ni el uno por ciento de la población estudiantil; con esos proyectos que nosotros tenemos que impartir, en este momento estamos haciendo las gestiones para que se nos incremente el presupuesto de secretarí­a, para poder alcanzar un segmento más amplio y una cobertura completamente masiva.

L.H.: ¿Cuál es el presupuesto asignado a Seccatid?

E.G.: Nosotros tenemos de presupuesto Q3millones 700 mil, de los cuales el 65 por ciento se va en lo que es el área administrativa y logí­stica y de allí­ un pequeño porcentaje se logra para los proyectos.

L.H.: ¿Cuentan con apoyo internacional?

E.G.: Si tenemos una carta convenio con la embajada de Estados Unidos, por medio de la agencia antidrogas estadounidense (NAS), que nos proporciona apoyo logí­stico para realizar nuestras actividades, esto abarca US$200 mil para llevar a cabo las actividades, allí­ es donde nosotros sacamos lo que son impresión de documentos, camisetas, actividades, refacciones y capacitación para maestros.

L.H.: ¿Esto es independiente del presupuesto asignado?

E.G.: Si, es independiente y no lo manejamos nosotros, sino que hacemos la solicitud a la embajada y ellos hacen todo el trámite correspondiente, después nos mandan lo que solicitamos.

L.H.: ¿Qué lugares han abarcado con estos programas?

E.G.: Nosotros tratamos de abarcar todo el territorio guatemalteco, todos los departamentos, lamentablemente por el presupuesto logramos abarcar una mí­nima parte, por ejemplo en Huehuetenango a duras penas logramos abarcar a 700 jóvenes este año y si usted mira el nivel de porcentaje de estudiantes, prácticamente es bastante pequeño, ha existido una problemática también de que no hemos tenido el presupuesto adecuado para poder trasladar toda esa información a las lenguas maternas de ciertos lugares para alcanzar al ciento por ciento de la población.

L.H.: ¿Cuáles son los lugares que reportan mayor incidencia en el consumo de drogas?

E.G.: Tenemos la capital, Escuintla, Puerto Barrios, Xela, Sololá, La Antigua, con los mayores í­ndices de consumo.

L.H.: ¿Cómo sensibilizan a los niños y jóvenes con estos programas?

E.G.: En el caso del programa «Mis Primeros Pasos» para niños preescolares, se les hace conciencia de que su cuerpo es valioso, se trabaja en su autoestima; posteriormente en cuarto, quinto y sexto primaria, se les concientiza sobre la fortaleza de poder tomar decisiones acertadas, porque a esta edad empiezan a conocer sobre ofrecimientos de cigarrillos, alcohol y drogas, entonces cuando se les previene con el primer paso de decir no, ellos ya tienen un 80 por ciento de certeza que van a seguir sin ningún problema, pero si desde principio dicen sí­, están en un alto riesgo de caer en las adicciones, también vamos a los lí­deres comunitarios, padres de familia y maestros, para que atiendan a sus jóvenes.

L.H.: ¿Cuál es la principal herramienta para evitar que los niños y jóvenes caigan en las adicciones?

E.G.: La comunicación entre padres e hijos, nosotros siempre decimos a los padres de familia y a los jóvenes que platiquen, por eso es importante de que el padre de familia conozca el tema de las drogas, aunque lamentablemente existen muchos de ellos que consideran este tópico como un tabú, que deberí­a ser aprendido en el colegio o en otro lugar; los progenitores son muy importantes en esto, porque si a los jóvenes no se les habla, al primer lugar que van es a la calle con sus amigos, no tienen la certeza para saber si el amigo los quiere incitar al consumo de drogas.