Hasta ahora, Netanyahu ha conseguido mantener unida a la coalición que lo empuja a continuar con la colonización en la Cisjordania ocupada.
Al mismo tiempo, ha evitado un enfrentamiento con Estados Unidos, gran aliado de Israel, que reclama que cese la construcción en las colonias.
Cabe entonces preguntarse si el líder israelí conseguirá conciliar posiciones tan contradictorias.
El anuncio de que se autorizará la construcción de un total de 450 viviendas suplementarias en las colonias, en la espera de un eventual cese de la colonización, ya provocó una ola de reacciones negativas.
Para el politólogo Yaron Ezrahi, «la reactivación de la colonización es más que nada una maniobra táctica antes del cese de ésta».
«No es que la perspectiva de parar la colonización sea del agrado de Netanyahu, partidario declarado de ésta. El hecho es que es consciente de que la posición de Israel sobre este tema se ha hecho insostenible en el concierto internacional», analizó Ezrahi.
Para el politólogo, las nuevas viviendas, apenas una fracción de las 70 mil ya construidas, son un «tranquilizante para el lobby de los colonos antes de la dolorosa suspensión de la colonización».
Pero al mismo tiempo estima que esta concesión a los colonos puede frenar la reactivación del proceso de paz.
Se plantea entonces la cuestión sobre cuáles son las posibilidades de reiniciar negociaciones con los palestinos y su eventual éxito.
Según Yosi Alpher, ex consejero durante los gobiernos laboristas, «si las negociaciones no resultan, aumentarán las tensiones con la administración Obama. Por el contrario, si llegan a un resultado, esto podría provocar la desintegración de la coalición (derechista)» en el poder.
De su lado, el profesor de Ciencias Políticas Stuart Cohen considera que hasta ahora, Netanyahu ha conseguido maniobrar en un contexto muy complicado». y «no está amenazado por su propio campo a pesar de algunas voces disonantes.
Del mismo modo, ha logrado «calmar la situación con Washington, haciendo comprender a la administración estadounidense que es imposible doblegarlo, considerando el apoyo de que dispone en la opinión».
Según todos los sondeos, una mayoría relativa de israelíes se opone a toda suspensión de la colonización y una mayoría absoluta es totalmente contraria a que cesen las construcciones en las colonias ya instaladas, o en Jerusalén Este, anexado después de la ocupación de junio de 1967.
Según el ministro de Transportes Israí«l Katz, un allegado a Netanyahu, además de las 450 nuevas viviendas previstas en las colonias, el primer ministro autorizará que prosiga la construcción en una docena de barrios judíos en Jerusalén Este, donde viven 200 mil israelíes, y el término de 2.500 viviendas en construcción en Cisjordania.
Esta iniciativa israelí se produce en vísperas de la nueva misión en la región, este fin de semana, del emisario especial estadounidense George Mitchell.
Por su parte, el presidente palestino Mahmud Abas consideró «inútil» una reunión con Netanyahu en caso que éste acelerara la colonización y reiteró que el cese de ésta es la condición para reiniciar las negociaciones de paz.