«Es imposible ganar sin que otro pierda»
Publio Siro
Este último jueves del mes de febrero, nos vimos inmersos en situaciones que infunden temor tanto por las acciones como por las decisiones, y nos muestran cómo hemos perdido el respeto a la autoridad y la falta de capacidad de diálogo pretendiendo tomar la ley en nuestras manos. Lo que además de caos vehicular, provoca confusiones sociales, políticas y emocionales acercándonos más a lo salvaje que a lo humano-civilizado.
El señor Joviel Acevedo y «sus maestros» tomaron las calles para protestar por una decisión de los tribunales de justicia y exigir que le sea restituida la plaza para la cual no labora, pero sí gana.
Lo mismo hicieron los vendedores de la Cenma, tomando la Aguilar Batres, porque el administrador «necesitado de sus centavos» decidió por cuenta propia aumentarles la renta a los locales. No quedando más, según la policía que lanzarles unas cuantas lagrimógenas.
Los conductores de autobuses de la colonia Atlántida protestando por la matanza de sus compañeros y las extorsiones de pandilleros, no perdieron el paso. Condujeron sus camionetas y simplemente las dejaron allí, a media calle. Los policías de Emetra tuvieron que darse a la tarea de hacérselas a un ladito.
¿Podrá usted imaginarse el caos que se volvió conducirse por la ciudad? Para enterarnos poco después del asalto a unos cuentahabientes recién saliendo de un banco y del asesinato de una joven mujer en un motel.
Y en el interior del país la situación no está mejor. La policía estableció una subestación en Bárcenas luego de desarmar a una mujer que les apuntó con una escopeta y allanar varias viviendas en búsqueda de vecinos que al estilo de los ex PAC utilizando gorros pasamontañas se autoinvistieron de autoridad para hacer de las suyas.
En Izabal los vecinos amenazaron a los invasores quienes días atrás secuestraron a 29 policías y causaron destrozos. Protestando por la captura de Ramiro Choc, detenido por invasión de propiedades públicas y privadas.
Y qué del Concejo municipal de Jutiapa que fue destituido por completo al dar posesión del cargo de Alcalde a un prófugo de la justicia.
Para el final de la tarde un autobús volcó dejando cerca de 35 heridos y el ex alcalde de Pueblo Nuevo Viñas se encontraba desaparecido luego de escapar de delincuentes.
Es preciso que los guatemaltecos a la vez de exigir a las autoridades seguridad, recapacitemos sobre nuestras decisiones y reencaucemos nuestras acciones. Reconstruir los valores perdidos como el respeto a la vida, a autoridad y a la propiedad ajena es la base.