Funuru Sherpa conoce desde pequeño el lago situado cerca de su pueblo natal, Denboche, en las montañas del Himalaya, pero este joven recuerda que su abuelo le explicaba que allá arriba, hace medio siglo, sólo había glaciares.
«Esto prueba que los glaciares del Himalaya están fundiéndose y seguramente es por el aumento de la temperatura», comenta este gerente de un cibercafé para turistas, en la pequeña ciudad de Lukla, ubicada junto a un flanco del Everest.
Los científicos estiman que el glaciar Imja, situado sobre Denboche, retrocede 70 metros cada año. El deshielo del glaciar ha provocado la formación de un lago que podría tragarse los pueblos si llega a desbordarse.
Este fenómeno no es nuevo. El Centro Internacional de Desarrollo de las Formaciones Montañosas en Nepal (ICIMOD, Center for Integrated Moutain Development), que desde hace 30 años estudia la cadena del Himalaya, subraya que en numerosos países, el deshielo de los glaciares comenzó hace siglos.
Según el especialista del ICIMOD, Samjwal Ratna Bajracharya, entrevistado por la AFP, esta tendencia se ha acelerado a una velocidad alarmante, con unas temperaturas en el Himalaya que aumentan «ocho veces más rápido» que la media mundial.
Actualmente existen en Nepal más de 2.300 lagos nacidos del deshielo de los glaciares y los expertos estiman que al menos una veintena podrían desbordarse.
Con una superficie de un kilómetro cuadrado, el Imja es el segundo más grande de Nepal, con unos 36 millones de m3 de agua, pero es el que representa una mayor amenaza de inundación del país.
La cuestión preocupa particularmente al alpinista nepalés Apa Sherpa, que posee el récord de ascensos al Everest (19 veces). En 1985, perdió su casa y su granja después de que el lago Dig Tsho cediese, provocando una inmensa ola que bajó por la montaña.
Siete personas fallecieron en esa inundación, que también destruyó puentes, viviendas y hasta una estación hidráulica.
«El cambio climático es para mí un asunto personal», resume el alpinista, que consagró su última expedición a tratar de concienciar del impacto del cambio climático a las poblaciones que viven en las montañas.
El número de personas afectadas por los riesgos de desbordamiento de los lagos originados por los glaciares aún no se cuantificó, pero los expertos estiman que la inundaciones podrían llegar a las llanuras de Nepal, e incluso, más allá.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Uday Raj Sharma, aseguró recientemente que si el Imja cede ocurrirá un auténtico «tsunami nepalés», en referencia al tsunami que devastó las costas del océano Indico en 2004, provocando la muerte de 220.000 personas.
La primera conferencia de naciones del Himalaya sobre el clima, organizada en Katmandú, concluyó el pasado martes con una petición de ayuda internacional frente a los desafíos que representa el deshielo de los glaciares y las amenazas de inundaciones en el sur de Asia.
Los expertos, sin embargo, admiten que la solución no es sencilla. Los habitantes más expuestos no quieren abandonar sus casas y vaciar los lagos es una operación costosa y peligrosa, con resultados, además, limitados.