El desaparecido edificio del Palacio Real


Juan Garvaldo

En el extenso predio situado al occidente de La Plaza Mayor de La Nueva Guatemala de La Asunción, en medio de las que más tarde fueran sexta y octava calles, cuarta y sexta avenidas de la zona 1, el arquitecto coronel de ingenierí­a, Luis Diez de Navarro, inició en marzo de 1776, la construcción del Palacio Real, bajo la superintendencia del oidor decano Manuel de Arredondo.


El ingeniero Marcos Ibáñez y el dibujante arquitecto Antonio Bernasconi, cooperaron técnica y artí­sticamente en esta obra, que quedó parcialmente puesta al servicio en 1779, y en su totalidad en 1787. Siendo la primera obra que se construyó en la Nueva Guatemala de La Asunción.

Además de las oficinas correspondientes a la audiencia, también estuvieron la tesorerí­a y contadurí­a real, sala de armas y cárcel real; desalojada ésta en 1796 para la fundación del primer gabinete de ciencias naturales y museo histórico que hubo en Guatemala.

En un salón de éste edificio fue Proclamada la independencia nacional en 1821- especí­ficamente en la esquina sur del parque Centenario, (6ª. avenida y 8ª. calle) frente al edificio de la Empresa Eléctrica, hay una placa en recuerdo de aquel magno acontecimiento de nuestra historia patria.

También en una de sus salas funcionó la primera oficina de correos nacionales de manera incipiente y sencilla, ahí­ acudí­an las personas a recoger su correspondencia procedente del interior de la república o bien del extranjero.

El Palacio Real recibió la denominación de Palacio del Gobierno, asiento que fuera de las autoridades supremas de la federación. En 1829, año en que la ciudad de Guatemala fue ocupada por el Ejército Aliado Protector de la Ley al mando del General Francisco Morazán, muchas de las salas del palacio fueron saqueadas por los soldados y más tarde, la totalidad del edificio vendido; en 1847 el gobierno de Guatemala lo rescató, viéndose en la necesidad de hacer reformas y reconstrucciones de importancia.

Durante la administración del presidente general Manuel Lisandro Barillas, por decreto de 10 de diciembre de 1888, número 418, se dispuso su demolición, para sustituirlo por uno más moderno y que reuniera cualidades en relación a su destino.- Esta ley no tuvo cumplimiento.

Los terremotos de 1917 -1918, dañaron gravemente la fábrica, de tal manera que hubo necesidad de demoler lo que quedó.

En las postrimerí­as del régimen del licenciado Manuel Estrada Cabrera, de nuevo se agitó el deseo de hacer construir el Palacio de Gobierno y, en efecto, el 15 de septiembre de 1919, fue colocada la primera piedra, en la esquina sudeste del antiguo predio, por el presidente del Poder Judicial, y se dio principio a la colocación de una parte de los cimientos, pero al cabo, esta nueva obra sólo se quedó en proyecto sin cuajar en realidad.

También haciendo remembranzas diré que frente al Palacio Real pasaban los carros del tranví­a los que eran accionados por la fuerza de mulas, este recorrido se realizaba desde el hipódromo del norte hacia el sur de la sexta avenida y al llegar a la dieciocho calle cruzaban con dirección final en la estación del Ferrocarril Central.

El Palacio Real a través de su historia fue conocido con los nombres de Palacio de los Capitanes Generales, Real Palacio, Palacio Nacional y Palacio de Gobierno.

Ahora en el solar donde se levantara monumental el edificio del Real Palacio con su portal, está el parque llamado del Centenario, conocido también por el ingenio chapí­n que es muy dado a los apodos, como El Peladero.

Hoy por hoy en la concha acústica las tardes de los sábados y domingos la municipalidad capitalina presenta Las Tardes Culturales, donde con música de marimba bailan al compás de las notas nuestros abuelos con mucha vitalidad.