El derecho a respirar aire puro


Siendo gerente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, en 1982, con el patrocinio de algunos proveedores, realicé una campaña y utilicé como medio principal de motivación un afiche donde el humo de un cigarrillo abarcaba la totalidad de una familia; el eslogan era: «Quien no fuma tiene derecho a respirar aire puro… respete ese derecho».

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Como diputado al Congreso de la República y al Parlamento Centroamericano insistí­ en la necesidad que esta droga legalmente permitida deberí­a de ser regulada, limitada en su uso y consumo, especialmente en los lugares públicos y cerrados.

En los cuatro años como Vicepresidente, a través de la Secretarí­a Ejecutiva Contra las Adicciones y el Tráfico Ilí­cito de Drogas (SECCATID), se desarrolló un programa de difusión a la niñez y a los jóvenes sobre lo nocivo que era el vicio de fumar, insistiéndoles que el tabaco y el alcohol eran drogas legales que se convertí­an en precursores de las drogas ilí­citas, pues quien no sabí­a fumar, difí­cilmente iba a fumar opio, marihuana o cualquier otra droga que se inhalara.

En las Reflexiones que realizo y se transmiten en Canal 7, dentro del programa Notisiete, me he referido en diferentes oportunidades a lo nocivo que es el vicio de fumar tabaco. Incluso, he señalado que en el caso de la mujer es aún más inadecuado, especialmente porque siendo ella tan cuidadosa de su apariencia y de su olor, cuando el mismo se mezcla con el tabaco se vuelve algo repulsivo. Si a una persona que fuma le tomamos la mano, después de un rato, se nos queda impregnado ese nocivo y desagradable olor que produce el tabaco, lo mismo sucede cuando como muestra de cariño y amor se intercambia un beso, en lugar de sentir el olor y la fragancia natural de la otra persona, lo que se percibe es un aliento fétido, un sabor ácido y repulsivo.

Es importante insistir en señalar que el tabaco es sumamente negativo, que su humo afecta a cualquier persona que se encuentra dentro de un radio de 15 metros, por ello se hace necesario que en los restaurantes, bares, comedores, hoteles y demás recintos cerrados no se permita fumar. Con ello, se está protegiendo a los no fumadores, a los empleados y en general a todas las personas al evitarles las consecuencias de ese destructivo vicio que está comprobado es uno de los hechos que generan mayores costos en la salud humana.

No puede argumentarse que quien fuma tiene derechos, es más, cualquier persona que afirme semejante desatino, lo invito a que nos indique en qué norma constitucional se basa semejante afirmación.

Esperemos que todos los guatemaltecos agradezcamos y apoyemos una disposición legal que beneficia a los niños, a los adolescentes y a todos los adultos en su salud preventiva. En cuanto a los productores de tabaco y a los fabricantes de cigarrillos, nada les impide dedicar sus recursos económicos a otras actividades mercantiles y no continuar enviciando y destruyendo la salud del ser humano.

Por lo indicado, manifiesto mi reconocimiento a los 104 diputados, de 124 presentes, que el dí­a lunes 24 de noviembre aprobaron la iniciativa de ley que desde el año 2005 se encontraba pendiente, que crea los ambientes libres de humo de tabaco. Dios hizo el mundo con un medio ambiente puro.