Mientras algunos pocos de los seleccionadores mundialistas dieron luz verde a sus pupilos para mantener una vida sexual normal durante la competición, otros han mostrado su tarjeta roja directa al respecto a pesar de lo extenso de la Copa del mundo de futbol.
La decisión de Argentina seguramente provocó envidia entre sus rivales. Los jugadores albicelestes pueden mantener relaciones sexuales cuando quieran, menos los días de partido. No obstante, estos encuentros deben tener lugar con la compañera habitual y sin ingerir alcohol.
La clemencia de Diego Maradona para con sus muchachos ha sido festejada nada menos que por el presidente brasileño, «Lula», quien se manifestó impaciente «por ver a los jugadores argentinos llegar titubeantes a la cancha».
Dunga, el entrenador de la «Seleí§ao», aboga por el «laisser-faire» pero sólo en los días de descanso. «Entonces cada uno será libre de hacer lo que quiera», dijo.
Eso sí, dado que todos los futbolistas del equipo nacional están casados (con excepción de Julio Baptista), Dunga cuenta con Kaká, un cristiano evangelista que asegura haberse mantenido virgen hasta el matrimonio, a los 23 años de edad, para dar el ejemplo.
Sin embargo, el ex jugador internacional verdeamarelo Branco afirmó al diario brasileño Extra que el sexo y el alcohol jugaron un rol fundamental para la obtención del Mundial de USA 1994. En aquel equipo, precisamente, jugaba un tal Dunga.
«Â¿Dónde está lo malo de esto? Mi hijo Stefano fue concebido durante el Mundial, en un día de descanso en San Francisco», explica Branco.
«También estaba permitido beber y nos relajábamos bebiendo tres, cuatro cervezas. í‰ramos profesionales, estábamos allí para ser campeones y no para emborracharnos», añade.
«Lo que no se puede hacer es como en Weggis (ciudad suiza en la que se entrenó la «Seleí§ao» antes del Mundial de Alemania 2006), ir a las discotecas, terminar borrachos a las cuatro de la madrugada y salir con prostitutas», afirma.
Para la mayoría de las selecciones la tolerancia será cero, o casi cero, en cuanto al sexo, incluso cuando equipos como Holanda y Estados Unidos no han comunicado nada al respecto, otros, como México y Alemania, sólo abrirán las puertas de sus fortalezas si clasifican para la segunda ronda.
«Para ver a nuestras mujeres, debemos merecerlo», se explicó, por su parte, el entrenador de la «Mannschaft», Joachim Low.
En Inglaterra, donde el escándalo de infidelidad costó al defensa John Terry el brazalete de capitán de la selección, el entrenador italiano Fabio Capello ha apretado las clavijas y frenó el circo de las «Wags» («Wives and girlfriends»), que tanto alimentó la crónica rosa durante el Mundial de Alemania-2006.
La compañía femenina sólo se aceptará muy puntualmente en el sitio de la concentración inglesa. Además, Rustenburgo es más conocida por sus minas de platino que por sus discotecas o tiendas de lujo.
Entre las selecciones más severas se encuentra la anfitriona, Sudáfrica. Según el diario The Sowetan, los «Bafana Bafana» (los muchachos) sólo podrán recibir visitas diurnas y muy cortas.
Una política que no molestará al goleador Katlego «Killer» Mphela, quien asegura: «yo quedo muy cansado después de pasar la noche con una mujer, y esto seguramente afectaría mi desempeño durante un encuentro».