En octubre de 1927, se estrenó la primera película sonora, «El cantante de jazz», luego de unas décadas de que el cine se desarrollara sin la voz de los actores.
Las bases del cine se sientan, entonces, en la imagen pura. El sonido vendrá después. Años atrás de la primera película hablada, ya se había experimentado con incluir música y algunos efectos de sonido.
Sin embargo, con «El cantante de jazz» el cine sufre la modificación de incluir también el diálogo. Lo que suponía una enorme ventaja para la industria fílmica, contrajo primero algunos problemas. Por ejemplo, los célebres actores del cine mudo sufrieron el rechazo del público al exponer su voz, que no siempre encajaba con el ideal que tenía el espectador.
Con el cine sonoro, el séptimo arte debió mezclar más elementos para desarrollar el producto final: diálogo, imagen, música, actuación, etc.
Algunos consideran que el cine debería ser eminentemente imagen. De hecho, algunos directores continuaron, después de 1927, desarrollando cine mudo, como fue el caso de Charles Chaplin, que hasta unas dos décadas después desarrollaría su primera película hablada.
La crítica surge, hoy día, al revés, puesto que muchas películas han basado la atención en el diálogo, olvidando los otros elementos. Pero, no hay que dudarlo, el habla, el diálogo y la voz vino a contribuir en gran medida al cine actual.