¿Sabe usted que la producción de cine y de documentales en el país dejó de ser sólo un evento cultural y se constituyó en actividad industrial económica que genera empleo, ganancias e impuestos?
Dicha industria podría generar más para el Estado, si el Congreso aprueba una ley especial denominada «Fomento a la Industria Cinematográfica y Audiovisual», que cuenta con dictamen favorable desde el pasado 14 de diciembre.
El diputado Mariano Rayo informó que la iniciativa reconoce a esa industria y a la organización del sector.
Mendel Samayoa es fundador de Agacine y dijo que hace dos años echaron a andar el proyecto y el cabildeo con diputados para tratar que en un futuro cercano quede legislada esa industria.
«Es importante sacar del error al lector que al aprobar una ley, sirve para el fomento a la producción de la cinematografía y audiovisual, nunca para recibir recursos, ayudas o subsidios económicos del Gobierno», puntualizó Samayoa.
Explica que en su último rodaje, efectivamente el Gobierno aportó ayuda, que se tradujo en custodia de policía tanto Municipal como Nacional Civil, ya que algunas filmaciones fueron en barrios peligrosos.
Con la ley, el cine guatemalteco estaría reconocido internacionalmente, traspasar fronteras, buscar coproducciones, encontrar otros escenarios y competir en festivales.
Otro, sería la conservación de los documentos que por ley el Estado debería tener una copia en una cinemateca, como nunca ha habido, a pesar de lo que ha producido el país, explicó.
Mendel Samayoa dio a conocer que recién terminó el rodaje de su última película titulada «La vaca», con comediantes del país y otros que llegaron de España, la que podría estar en cartelera a partir de la mitad de 2010.
HISTORIA
Según dictamen de la comisión de Economía, de 1920 a la fecha en Guatemala se han realizado aproximadamente 333 películas.
1950 el primer intento «El sombrerón»; 1960 «íngeles con hambre»; 1992 nace el cine nacional con «El silencio de Neto». 2003 se rodaron tres largometrajes «Donde acaban los caminos»; «Lo que soñó Sebastián» y «La casa de enfrente».