Oficialmente dio inicio el ciclo escolar 2014. El funcionamiento del mismo adolece de irregularidades, a tiempo del despegue formal que tiene dificultades salvables, si existe un verdadero convenio entre las partes en pugna que demuestre el entendimiento que suscribieron. Al parecer faltaba la aprobación del Congreso que requiere el correspondiente préstamo.
Ahora es el Legislativo que con los moños puestos, detiene el quehacer educativo del sistema nacional. No es de extrañar, en virtud que sea como sea, siempre el mismo adolece de contratiempos; ausencia de docentes en las escuelas por falta de convenios, puesto que nombramientos ya prescindieron emitir, habida cuenta de evitar el pago de las prestaciones laborales.
Tal política extendida en la mayoría burocrática, lleva tiempo de utilizarse, empero hay ramos donde afecta sobremanera las actividades de gran interés y necesidad. Además de Educación, también salta la liebre con energía en Salud, cuya cartera afronta un sinfín de carencias notorias en gran medida en contra de los miles de pacientes demandando la debida atención.
El referido traspié del ciclo escolar actual deviene en mayor problemática, que aumenta más las circunstancias que agobian al sector de grandes dimensiones, los padres de familia. Por consiguiente, mentalizan no a la pérdida de tiempo; mediante esfuerzos superiores inscriben a sus vástagos en el sector privado educacional, hasta donde sus posibilidades aguanten.
A propósito, hablando de datos estadísticos, propicio a manipuleos infaltables, es decir el llamado margen de error, aseveran sencillamente que ahora dichos colegios rebasaron y son cuantificables las inscripciones que tienen. Nada ni nadie le asiste el derecho a inmiscuirse en el asunto de marras, excepto, cuando el desempeño se va por la tangente y hay que detenerlo.
Una letanía conforma el caso del inicio oficial sin labores de enseñanza. En virtud que año tras año escolar salta la liebre y de cualquier forma el tiempo veloz y sus marchistas ansiosos de destacar, accionan traspiés en cadena. Dicho sector magisterial ya demostró una vez más que unidos por el eje no hay poder que evite su atención a las diversas demandas firmes.
Alcanzar el requisito, meta, objetivo, llámele como usted lo crea estimado lector, consistente en los famosos 180 días de labores, parece sumamente difícil que tenga realidad. Por los imprevistos, nunca dejados en blanco, si donde menos se piensa salen a relucir en los cuatro puntos cardinales del país irredento, y siempre cariacontecido en el amplio sentido del término.
Ojalá, a modo de interés generalizado el ciclo escolar 2014 pueda tener el normal desarrollo, pese al clima de tensión que constituye un factor de sorpresas, desagradables en su mayoría, surgidas cuando menos son deseables y solo constituyen factor negativo, en desmedro definitivo del proceso enseñanza aprendizaje. Que sea exitoso y un beneficio, deseamos todos.