El caso Google, nuevo elemento de fricción entre China y EE.UU.


El gobierno chino aseguró hoy que el caso Google no tendrí­a ningún impacto en las relaciones comerciales y económicas con Estados Unidos, aunque la amenaza del motor de búsqueda norteamericano de cesar sus actividades en China aporta un nuevo elemento de tensión entre ambas potencias.


«Sea cual sea la decisión que tome Google, esto no tendrá impacto en las relaciones comerciales y económicas entre China y Estados Unidos», aseguró el portavoz del ministerio chino de Comercio, Yao Jian.

«Los dos paí­ses tienen canales de comunicación múltiples. Tenemos confianza en el desarrollo sano de las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos», agregó.

Cansado de los ataques informáticos masivos «procedentes de China» contra militantes a favor de los derechos humanos, el gigante de internet amenazó el martes cesar todas sus actividades en el paí­s asiático, uno de sus mercados más grandes del mundo con 384 millones de internautas -según cifras difundidas hoy-, pero bajo estricta vigilancia polí­tica.

El caso se suma a las fricciones recurrentes entre las dos grandes potencias del siglo XXI, tras una primera visita decepcionante para ambos paí­ses del presidente norteamericano Barack Obama a China en noviembre pasado y una cumbre de Copenhague sobre cambio climático en diciembre marcada por la rivalidad entre Pekí­n y Washington, los más grandes contaminadores del mundo.

Otros puntos de tensión son las acusaciones de Estados Unidos sobre la cotización demasiado baja del yuan y conflictos comerciales llevados ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

«Es inevitable: esto tendrá un cierto impacto en las relaciones sino-norteamericanas», juzgó en ese sentido Li Qingsi, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Renmin de Pekí­n.

Para Russell Leigh Moses, analista polí­tico basado en Pekí­n, el caso Google es una «pequeña borrasca en una tempestad mucho más amplia que simboliza el modo en el que China trata con Estados Unidos».

«Es un indicación de que lo que separa a las dos partes es «filosófico» y cuán difí­cil es resolver los conflictos de manera concreta», estimó.

Un alto responsable del Departamento de Estado norteamericano pidió el jueves en Washington «explicaciones» sobre el caso Google a diplomáticos chinos.

La Casa Blanca afirmó apoyar la decisión de Google de no someterse más a la censura de China en internet.

De su lado, representantes en el Congreso norteamericano quieren aprovechar el incidente para avanzar con un proyecto de ley que prohibirí­a a las empresas estadounidenses de internet almacenar los datos personales de sus utilizadores en los paí­ses que reprimen la libertad de expresión.

«Google liberó un viento de esperanza en el corazón de millones de chinos», estimó el jueves el representante republicano Chris Smith, autor principal del proyecto de ley.

Hasta el momento, las grandes empresas norteamericanas de internet, Yahoo y Google, se habí­an plegado a las demandas de las autoridades chinas para entrar en el mercado asiático, lo que les habí­a costado crí­ticas de parte de las organizaciones de derechos humanos.

El caso se suma a las fricciones recurrentes entre las dos grandes potencias del siglo XXI, tras una primera visita decepcionante para ambos paí­ses del presidente norteamericano Barack Obama a China en noviembre pasado y una cumbre de Copenhague sobre cambio climático en diciembre marcada por la rivalidad entre Pekí­n y Washington, los más grandes contaminadores del mundo.