El camino a la igualdad


La posibilidad de participación de las mujeres en la esfera polí­tica y su derecho a ser elegidas deben ser garantizados no solamente a través de discursos o principios, sino también a través de mecanismos polí­ticos concretos.

Ligia Ixmucané Blanco
masmujeresmejorpolitica@gmail.com

El sistema de cuotas o la paridad son mecanismos de acción afirmativa utilizados para garantizar la efectiva integración de las mujeres en los organismos de decisión. Representan un medio para reorientar y compensar la subrepresentación de las mujeres, estadí­sticamente demostrable, en el ámbito polí­tico. En la práctica, constituyen un medio de aumentar rápidamente el número de mujeres en los casos donde, sin estos mecanismos, estarí­an ausentes o representadas en tan escaso número que se les imposibilitarí­a ejercer una influencia polí­tica.

La cultura machista y patriarcal, las ideas y concepciones acerca de la división de roles que se encuentran presentes en el imaginario colectivo, son difí­ciles de cambiar y combatir en el corto plazo, por lo que el tema de las acciones afirmativas ha despertado la oposición especialmente de los hombres y también de algunas mujeres. Esta oposición ha promovido un debate importante en el que se manejan argumentos a favor y en contra. Entre los principales argumentos a favor de las cuotas o la paridad se encuentran los siguientes:

A situaciones desiguales, corresponden medidas desiguales. Las mujeres y los hombres no comparten una posición igualitaria en la sociedad, por lo que la adopción de medidas desiguales, como las cuotas o la paridad, promueven soluciones a la situación de desigualdad que afecta negativamente a las mujeres. Su intención no es agravar la desigualdad, sino todo lo contrario, corregirla propiciando la igualdad real de oportunidades.

Estos mecanismos han demostrado ser eficaces para garantizar espacios de inserción dentro de las estructuras de decisión y representación de las organizaciones polí­ticas y poderes del Estado. Además son mecanismos que pueden ser sujetos de regulación jurí­dica, de evaluación y comprobación práctica y concreta.

De igual manera, la participación de un número de mujeres en los órganos de dirección de las organizaciones polí­ticas y de las instituciones del Estado permite que éstas se apoyen entre sí­ y actúen como grupo, reforzando así­ sus posiciones y capacidad de influir en la toma de decisiones.

El sistema de cuotas y la paridad han promovido una amplia discusión sobre el acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisión y poder, se han visibilizado las constantes luchas de las mujeres a favor de los derechos humanos, incluidos sus derechos polí­ticos. Se ha profundizado el proceso de concientización de la situación de discriminación que viven las mujeres y la necesidad imperiosa de buscar alternativas y soluciones para cambiarla.

Las acciones afirmativas favorecen a toda la sociedad. La presencia de mujeres en los puestos de decisión, ya sea en los partidos polí­ticos o en los poderes del Estado, implica nuevos análisis y puntos de vista desde una perspectiva diferente. Además, la justa representación de las mujeres incide positivamente en su pleno desarrollo, lo que a su vez, redunda en el logro de su plena ciudadaní­a en el marco de una auténtica democracia.

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