El binomio de la mano dura


Otto Pérez (militar) y Ricardo Castillo (industrial) integran el binomio que el Partido Patriota propone al pueblo de Guatemala para gobernarnos.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Pérez Molina, oficial del Ejército, en la época del conflicto estuvo de alta en Nebaj, Quiché, como jefe de inteligencia militar fue determinante en la separación de Jorge Serrano Elí­as, lo que le valió ser nombrado Jefe de Estado Mayor Presidencial en el tibio gobierno de Ramiro de León Carpio, donde tuvo amplio poder e influyó durante las elecciones generales en las cuales se fue la luz y quedó electo ílvaro Arzú, quien lo nombró Inspector General del Ejército y por ello fue negociador obligado de los Acuerdos de Paz. Previo a causar baja, evidenció sus aspiraciones polí­ticas que vio materializadas al formar un partido que con otros dos integraron la Gana, quedando electo como diputado. Fue Comisionado Presidencial de Seguridad del actual gobierno, separándose para fortalecerse él y su partido como oposición, capitalizándose al criticar la criminalidad en constante aumento.

Su campaña se basa en el slogan «mano dura», término que preocupa a quienes respetamos el Estado de Derecho. Desde su época en la Inteligencia Militar ha contado con la simpatí­a y el enorme apoyo de buena parte de la supercúpula económica, especialmente de Juan Luis Bosch, Dionisio Gutiérrez y otros miembros de esa familia. Su experiencia administrativa es exclusivamente en el área militar y la polí­tica se circunscribe a los meses en que fue diputado activo.

Ricardo Castillo Sinibaldi persona de fuertí­simo carácter, accionista del grupo Mariposa S.A., productores y distribuidores de Pepsi y Brava; ex presidente de la Cámara de Industria, muchos años presidente de la Empresa Eléctrica de donde fue retirado por negarse al reparto de utilidades a favor del Estado, lo que le causó una enorme antipatí­a -en 1982- hacia Efraí­n Rí­os Montt; representante permanentemente del sector industrial en el Intecap y de la Cámara de Industria en la junta directiva del Irtra, entidad que ha presidido; fue Ministro en el gobierno de Serrano Elí­as, es parte de la supercúpula económica y por ello fuerte recaudador de contribuciones como se evidencia en la campaña del Partido Patriota. Su experiencia en el sector público es básicamente en juntas directivas.

El binomio Pérez-Castillo Sinibaldi es sin duda una bomba atómica que tarde o temprano estallará entre sí­, dudo se logren entender, si lo hicieran serí­a solo beneficioso para la ultraderecha, las ideas liberales y la cúpula económica del paí­s. El conocimiento sobre ambos, especialmente de Cayo Castillo, me hace difí­cil pensar que no habrá una ruptura si llegan a gobernar.

Pretender que Otto Pérez por sí­ terminará la criminalidad o que Cayo Castillo es garantí­a de generación de empleo, es sólo un slogan de campaña. La inseguridad es el producto de la pobreza, el aumento del costo de vida y la insatisfacción social; el empleo sólo lo generan las condiciones económicas y la inversión.

Si llegara a triunfar Otto Pérez y deseara ser un buen Presidente, estarí­a obligado a independizarse de quienes lo han patrocinado económicamente, su deber serí­a gobernar sin privilegios, ecuánime e imparcialmente, a favor de todos los guatemaltecos.