El Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener en el mínimo histórico de 0,25 por ciento los tipos de interés básicos para la zona del euro, informó hoy el consejo de gobierno de la entidad tras celebrar su primera sesión del año en Fráncfort.
En sintonía con el consenso de los analistas y pese a la nueva caída de la inflación, el guardián del euro resolvió mantener invariables las tasas que rebajó de forma sorpresiva en un cuarto punto porcentual en noviembre pasado a fin de apuntalar la frágil recuperación de la eurozona.
El presidente del BCE, Mario Draghi, comunicó tras el recorte de noviembre que no veía necesidad de actuar de forma inmediata para frenar las presiones deflacionarias y dijo que esperaba un periodo prolongado de inflación baja.
Pero desde entonces han surgido nuevas señales de la falta de liquidez para créditos a empresas y hogares, al tiempo que se reavivó el riesgo de deflación al caer la inflación en diciembre una décima al 0,8 por ciento interanual, muy por debajo del nivel del dos por ciento en el que el BCE ve garantizada la estabilidad de precios.
El fortalecimiento del euro, que encarece las exportaciones, ha sumado presión a la economía del bloque, que salió de la recesión en el tercer trimestre de 2013 para crecer solamente un 0,3 en el tercer trimestre.
Sin embargo, una serie de datos económicos sólidos podría relajar un tanto la presión sobre el banco europeo de cara al futuro. Mientras que el consejo de gobierno deliberaba en Fráncfort, la Comisión Europea comunicó que la confianza económica en la eurozona subió en diciembre a su máximo nivel de los últimos 29 meses.
El ministerio de Economía de Alemania informó, al mismo tiempo, que la producción industrial de la mayor economía del bloque aumentó un 1,5 por ciento en noviembre y se recuperó de una caída de 1,2 por ciento registrada un mes antes.
El presidente del Banco Central de Letonia, Ilmars Rimsevics, se sumó hoy al consejo de gobierno como miembro pleno tras el ingreso de su país al espacio único el 1 de enero.