El Atlético de Madrid eligió a Mario Mandzukic como su «nuevo» Diego Costa y puso sobre los hombros del croata la difícil tarea de borrar la profunda huella dejada por el delantero hispano-brasileño.
Madrid, Agencia dpa
No es pequeño el reto que afrontará Mandzukic a sus 28 años y en plena madurez profesional. Primero, porque llega al actual campeón de la Liga española. Y segundo, porque Costa fue mucho más que un jugador para el conjunto rojiblanco.
«Estoy muy feliz de estar aquí. Conozco bien al Atlético y sé que tiene buenos jugadores además de un buen entrenador», declaró hoy el croata al finalizar los exámenes médicos.
El ex jugador del Bayern Múnich añadió que le gusta «el estilo de juego» del Atlético y describió a su técnico, el argentino Diego Simeone, como «un entrenador muy bueno».
Mandzukic disputó 54 partidos de la Liga alemana con el Bayern Múnich en las dos temporadas que jugó con el conjunto bávaro, donde marcó 34 goles. Costa hizo 56 tantos en los 96 encuentros que jugó con el Atlético las dos últimas campañas.
El hispano-brasileño no sólo aportó estadísticas y goles decisivos para que el Atlético de Madrid conquistara la última Liga española por encima de Barcelona y Real Madrid, sino que se convirtió en el gran referente de la hinchada rojiblanca, que vio en él valores con los que identificarse: valentía, esfuerzo, compromiso y goles importantes.
A eso es lo que se enfrenta un Mandzukic que salió del Bayern Múnich descontento con su papel en el equipo de Josep Guardiola y con perspectivas poco estimulantes ante la contratación del delantero polaco Robert Lewandowski.
El croata no fue protagonista en el último año, entre otras cosas porque su estilo, el de un «nueve» clásico, no conectó con el fútbol combinativo y dinámico que propone el conjunto alemán de la mano de Guardiola.
El Atlético de Madrid sí le da la oportunidad de explotar su estilo, muy acorde a sus características que necesita el Atlético de Madrid. Es un «cazagoles», un delantero que complica a los centrales, que domina el remate a un toque y que obtiene ventajas en el juego aéreo.
Simeone confía en la validez del relevo, algo a lo que se acostumbró la hinchada rojiblanca en los últimos años.
«Se fue (Sergio) Agüero y muchos se asustaron, pero llegó (Radamel) Falcao y el equipo ganó lo que ganó. Luego se fue Falcao y parecía que no se podía mejorar. Llegó Costa y siguió creciendo», comentó Simeone hace unos días en «goal.com».
«El Atlético siempre se ha manejado muy bien con los recambios que han tenido y esperemos que en esta oportunidad suceda lo mismo», agregó el preparados argentino.
Agüero, Falcao y Costa llegaron al Atlético de Madrid antes de explotar y convertirse en estrellas Mundiales. Mandzukic ya llega como un «9» consagrado, pero no podrá bajar ni un ápice su nivel si quiere cumplir con la exigencias de un club que quiere seguir dando que hablar en España y en Europa.