El artista más interpretado


Atahualpa, según el artista Guayasamí­n.

La revista del Partido Comunista de Argentina publicó una entrevista con el también artista gaucho Mocho Mierez, uno de los entrañables amigos de Atahualpa Yupanqui, a manera de homenaje en su centenario. Algunos fragmentos de esta entrevista está transcrita a continuación.


P.: -¿Dónde lo conociste?

R.: -En un subsuelo de Av. de Mayo, con mi papá, mi mamá, eran maestros, y mis dos hermanitas. Era como ver cristalizado un sueño, por que vos ibas flotando en el medio del Paraná e ibas mirando las ciudades, el campo, en esa época habí­a yacarés y los veí­amos como se acercaban…

Estamos hablando de un pibe de 6 años que viene en ese viaje mágico a Buenos Aires y vive un momento mágico: encontrarse con Atahualpa.

Yo lo conocí­ a Atahualpa porque mi papá era un gran admirador y gran amigo de él, tal es así­ que tení­a todas las ediciones de su música y las de Gardel. Mi papá tocaba la guitarra, tocaba muy bien. Fue mi primer maestro de guitarra y eso nos unió?

P.: -Y cómo fue ese momento, en que lo viste por primera vez?

R.: -En la peña Mi Rancho, que estaba en un hotel, hasta hace unos diez años, no recuerdo cómo se llamaba, pero bajábamos a la izquierda, estaba atestado y mi papa pidió permiso, porque tení­a entradas, nos sentamos y antes de escucharlo fuimos a saludarlo, todaví­a no estaba actuando. «Le vengo a presentar a mi hijo». «Buena astilla tiene que ser», dijo Atahualpa. Después nos vimos en distintas oportunidades. Aquí­ en Buenos Aires, siempre fue revelador, se sentaba conmigo a tomar un café interminable. No me daba cuenta de lo que pasaba; cuando murió mi papá él estaba en Europa, como a los tres o cuatro años viene, lo voy a ver y le digo: «Don Ata, mi papá se ha ido, me dejó encargado que lo saludara». Me abrazó diciendo: «Usted tiene con qué consolarse, tiene su guitarra».

P.: -¿Qué es lo que hoy, pasados unos cuantos años, valorás de lo que aprendiste de Atahualpa?

R.: -A cantar siempre la verdad. Así­ me esté cayendo voy a cantar la verdad, porque en las arenas bailan los remolinos, la primera canción que hizo, y las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas, está todo ahí­, todo resumido ahí­, en su primera canción.

P.: -Matarlo y callar una voz que hoy, a cien años de su natalicio, sigue totalmente viva?

R.: -Viva no solamente en la canción folclórica, se ha trasladado al rock, al tango, a infinidad de modalidades que no registramos, porque es el más cantado. Y serí­a aun más cantado si tuviéramos un posibilidad cierta en un mundo no tan contradictorio como éste, una posibilidad de difusión de la canción folclórica. Hay infinidad de artistas que no tienen la posibilidad de grabar, ni siquiera de actuar.