El Artico se derrite


El derretimiento de los hielos en el océano írtico -que podrí­a alcanzar un nuevo récord este verano- ha sido constatado por los satélites, así­ como también por los buques, cada vez más numerosos, que navegan por esas aguas en temporada estival.


«Podemos confirmar por segundo año consecutivo que hay un retiro importante del banco de hielo y que el «accidente» del año pasado no es tal», afirmó a la AFP Jean-Claude Gascard (CNRS) a través de un correo electrónico, desde el rompehielos chino Xuelong que cruza el mar de Beaufort.

El año 2007 marcaba un récord de deshielo con 4,25 millones de km2 de hielo al final del verano.

El Centro nacional estadounidense de datos sobre nieve y de hielo (National Snow and Ice Data Center/NSIDC) anunció a fin de agosto que los satélites mostraban que el banco de hielo contaba con una superficie de 5,26 millones de km2, es decir, menos que los 5,32 millones de km2 registrados el 21 de septiembre de 2005.

Gascard, coordinador del programa europeo Damocles y encargado de identificar los cambios que afectan al hielo en el mar, explicó que hay una capa de hielo más fina sobre las superficies marí­timas que en el verano del 2007. «Lo que queda es muy poco y el deshielo persiste», aseguró, por lo que teme que haya temperaturas elevadas en septiembre.

Este fenómeno es particularmente observado para los «pasajes» del noreste y del noroeste, que podrí­an convertirse en rutas marí­timas importantes y economizar más de 5.000 km a los buques de carga entre el Atlántico y Asia.

El pasaje del noreste -a lo largo de la costa de Siberia- está casi despejado, según las imágenes satelitales. En cuanto a las dos rutas del pasaje noroeste, la parte austral abrió hace poco más de un mes, mientras que la norte lo ha hecho recientemente.

Una constatación confirmada por Olivier Pitras, capitán francés del velero Southern Star, que acaba de atravesar el pasaje. «Entramos el 8 de agosto por el estrecho de Lancaster (lado del mar de Baffin) y no tuvimos problemas con el hielo», contó a la AFP en un correo electrónico.

«Lo más increí­ble es que ni siquiera tuvimos necesidad de vigilar el hielo entre Gjoa Haven y Tuktoyaktuk porque las cuencas del sur del archipiélago ya no tienen», dijo Olivier Pitras, quien agregó atónito: «este pasaje no tiene nada que ver con el de hace nueve años en lo que al hielo se refiere. Es otro mundo».

Pitras fue el único que cruzó este pasaje en 1999, mientras que este año lo han cruzado otros siete veleros, entre ellos un español, un australiano y un estadounidense.

El capitán francés Eric Brossier, que ha invernado durante años en su velero Vagabundo a lo largo de Spitzberg (como parte del proyecto Damocles), se dio cuenta este verano de que al norte de la isla noruega «habí­a más hielos desprendidos, por lo que muchos cruceros fueron modificados o incluso anulados».

Brossier recordó a través de un correo electrónico que a partir de ahora «hay muchos buques durante el verano en Spitzberg: más de 50 veleros al año, paquebotes, traineras, naví­os militares, rompehielos…»

La goleta polar Tara atravesó esta zona en enero, tras 507 dí­as a la deriva en el banco de hielo ártico, entre Siberia y Groenlandia.

Así­, los navegadores confirman actualmente que el írtico no tiene hielo en verano. «Podemos esperar que esta situación perdure, o que incluso aumente con el efecto invernadero», asegura Jean-Claude Gascard.